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Sábado, 17 de octubre 2020, 17:43
La Confederación Hidrográfica del Duero ha dejado en el tejado del Consistorio albense la pelota de la retirada de las algas que han empezado a cubrir de nuevo, por quinto año consecutivo, la lámina de agua del Tormes a su paso por la villa ducal.
El año pasado la CHD llevó a cabo la retirada de las algas que aparecieron en el Tormes a su paso por Salamanca “de forma excepcional”, aseguran, al tratarse de un tramo urbano. “Este tipo de actuaciones le corresponden al Ayuntamiento, con el auxilio de la Junta de Castilla y León, que es la Administración con competencias en materia de especies exóticas e invasoras”, insisten desde la Conferencia.
No obstante, para poder llevar a cabo las labores de retirada de las algas invasoras, que tapizan ya cientos de metros cuadrados en rojo y verde el cauce del Tormes, es necesario lograr antes la autorización previa de la Confederación Hidrográfica del Duero, en aplicación de lo establecido en el Reglamento del Dominio Público Hidráulico. Aunque, si la intervención se considera que se encuentra recogida entre las ocho actuaciones menores de conservación en dominio público hidráulico del Plan Hidrológico del Duero, basta con presentar una declaración responsable por parte del promotor.
El Consistorio de Alba de Tormes ha comenzado a preparar la futura limpieza de las algas, aunque no será algo que se lleve a cabo de manera inmediata.
Para ello ha solicitado una subvención de la Junta con la que ofrecerá empleo a parados mayores de 55 años y una de las actuaciones previstas para este grupo de trabajadores será la posible retirada superficial de la azolla.
Las algas proliferan con el buen tiempo y otros años han aparecido con el calor y la falta de corriente fluida en el Tormes, siendo su punto álgido entre finales de noviembre y febrero. Desde el Ayuntamiento de Alba se lleva solicitando desde 2015 a la CHD anualmente que se retiren.
La llegada de las heladas invernales y el aumento del caudal del Tormes han sido, año tras año, la única solución que ha permitido eliminar este problema. Además, según la CHD, “no existe ningún estudio que haya puesto de manifiesto que esta planta exótica invasora presente en las aguas del río Tormes, y en otros muchos ríos y humedales de Europa, afecte a la calidad del agua”.
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