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Lunes, 5 de julio 2021, 00:15
La aparición de ratas, algunas de gran tamaño, en el entorno de las calles Arapiles y Nuestra Señora ha desatado, por segundo año consecutivo, las quejas vecinales y el Ayuntamiento ha tenido que reforzar la lucha contra los roedores intensificando las labores de desratización.
Fuentes municipales confirman que, tras el aviso de varios afectados por el problema, se llamó a la empresa encargada de realizar dichas labores y esta misma semana se ha revisado el alcantarillado para garantizar la salubridad e higiene en la localidad peñarandina.
Algunos de los vecinos no dudan en calificar de “auténtica pesadilla” la presencia de las ratas, que trepan incluso por los árboles existentes en algunos patios de los edificios y allí campan a sus anchas. “Ponemos bolsas de raticida en el patio y vemos cómo van llegando y se las llevan además de tener arrasados todos los frutales porque se comen las manzanas, los higos y lo que pillan”, comenta una vecina de la calle Nuestra Señora.
Desde el Consistorio añaden, además, que por esta zona del casco urbano pasa uno de los colectores principales en su recorrido hasta desembocar en la estación depuradora de aguas residuales y es precisamente uno de los puntos en los que pueden darse mayores problemas de lo habitual.
El pasado viernes podía verse, también, una de las ratas muerta en los jardines entre las calles Egido y San José, también dentro del mismo entorno, con el lógico desagrado entre las personas que pasaban por el lugar y observaban la escena.
Los afectados no dudan en pedir al Ayuntamiento que el refuerzo en la desratización siga durante las próximas semanas hasta que los roedores, al menos, desaparezcan y puedan disfrutar con tranquilidad de sus patios y terrazas en verano.
Se da la circunstancia de que el año pasado, prácticamente por estas mismas fechas, a las pocas semanas de levantarse el confinamiento, también se detectó una mayor presencia de ratas en estas mismas calles de Arapiles y Nuestra Señora y además, en algunas zonas ajardinadas de la avenida de Salamanca, donde se descubrieron numerosas huras habitadas por estos molestos roedores.
Comunidades
Varias comunidades de vecinos, sobre todo las que tienen garajes comunitarios, también han tomado medidas por su cuenta para ahuyentar a los roedores y evitar que produzcan daños en las instalaciones de los edificios.
Otras plagas
En los últimos años el Ayuntamiento peñarandino ha tenido que tomar también medidas de control de plagas como las provocadas por la masiva presencia de palomas en las calles Arapiles y el Payo; de estorninos en la calle Velázquez y de cucarachas en el paseo de la Estación o la calle Carlos I, entre otras. Como suele ser habitual en estos casos, las quejas y avisos de los propios vecinos son la primera señal de alarma para que el Consistorio encargue este tipo de trabajos a las empresas especializadas.
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