Pan de Ángel: vanguardia y tradición

Las famosas obleas de Cipérez, también conocidas como Pan de Ángel, son uno de los productos salmantinos más versátiles y conocidos tanto dentro como fuera de nuestra provincia. La fábrica de Fabián Martín, cuarta generación de esta empresa familiar, tiene 160 años de vida, pero ha sabido siempre adaptarse a los avances de la sociedad para que las obleas sigan teniendo éxito y cabida.

El éxito de su evolución reside principalmente en la fuerte apuesta por mantener una producción a la altura de las necesidades de cada cliente. Es por esto que durante este tiempo no han escatimado en inversiones para modernizar por ejemplo sus maquinarias de producción y envasado. En este sentido, cabe destacar que esta fábrica situada en Cipérez, ha incorporado una nueva envasadora y una nueva empaquetadora, dando mayor respuesta a la alta demanda que tienen.

Las obleas de Pan de Ángel son un producto 100% artesanal y natural. Se elaboran con una receta tradicional que hace que no hayan perdido su esencia ni sabor original. En su elaboración no aparecen ni conservantes ni colorantes, tal y como siempre ha procurado esta familia. Eso sí, cuentan con unos elevados parámetros de calidad para garantizar la frescura y la calidad del producto.

Este dulce único, permite multitud de opciones culinarias y es un producto que puede llegar a ser un ingrediente destacado debido a su fragilidad y delicadeza; es capaz de fundirse con líquidos y acentuar y enriquecer sensorialmente los sólidos aportando su componente crujiente. Además de poder degustarse solas, se pueden combinar con chocolates en los postres, helados, o incluso hacer harina de oblea para utilizarla en tartas o bien como elementos decorativos en platos.

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