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Lola Montero, durante el reparto de hornazos en la fiesta del Domingo de Resurrección de Nava de Béjar. TEL
«Mi padre era de Nava de Béjar, me inculcó ese amor al pueblo, que es parte de mi vida y seguirá siendo»

«Mi padre era de Nava de Béjar, me inculcó ese amor al pueblo, que es parte de mi vida y seguirá siendo»

Lola Montero Brissa, de Nava de Béjar, está nominada a los Premios de Solidaridad de Cruz Roja

TEL

Nava de Béjar

Martes, 9 de abril 2024, 18:09

«Mi padre era de la Nava y me inculcó ese amor al pueblo, que es parte de mi vida y seguirá siendo hasta que pueda», señala Lola Montero Brissa, vecina de Nava de Béjar y reconocida por su implicación social en beneficio de los vecinos de la localidad.

Forma parte de la Corporación municipal y de la Cofradía de Santo Domingo de Guzmán, pero su afán por el prójimo lo hace como Lola Montero más allá de cargos temporales. Su labor, que conocen los que pasan por Nava de Béjar, ha salido más a la luz 27 pública al estar nominada en la XXVII edición de los Premios Solidaridad de Cruz Roja cuyos ganadores se conocerán este jueves.

Se preocupa de las personas más mayores de la localidad y ha impulsado actividades saludables, pero su labor abarca más iniciativas: «vinieron desde Cruz Roja a dar un curso y vieron cómo la gente del pueblo, los mayores, están siempre conmigo, que me preocupo por ellos. Si ahora no tenemos pan, pues se trata de intentar solucionarlo, de buscar un panadero; intentar que en verano que tengamos bar y, sobre todo, la gente que está allí». La gente que vive todo el año es su principal objetivo, señala: «las fiestas me preocupan, pero más la gente que está allí, que están solos. Cuando pasa algo, por ejemplo, cuando cortamos el agua, voy casa por casa. Si hay que comentar algo del Ayuntamiento o de la Cofradía, también, pero yo lo hago como Lola Montero. Dedicarme a ellos es mi mayor afán, que es lo que me gustaría cuando yo sea mayor. Haré todo lo posible por ayudarlos».

Desgrana algunas mejoras que han conseguido para el pueblo y que benefician sobre todo a la gente más mayor que vive en el pueblo: «conseguí el desfibrilador e hicimos el curso tres chicas y yo ,y son cosas que si no, no se hacen. También en el centro médico estaban médico y enfermera juntos y hemos conseguido dividirlo y la enfermera tiene su sala. En definitiva, comodidades para el pueblo».

Tiene gente que le ayuda en muchas de estas iniciativas: «Fidel o Fulgencio, que son de los que más tiro allí, o de Mari Jose Revilla, que en invierno hacen gimnasia». Además de esa gimnasia este año han conseguido el «Depende de ti» de la Diputación e incluso una televisión en las escuelas «y van tres días a la semana cinco o seis personas de más de ochenta años y gente más joven». «Eso es lo que yo quiero, que la poquita gente que queda que tenga ilusión por el pueblo y no se venga abajo y cuidar a la gente mayor, ayudarles en lo que pueda». Les ayuda hasta el punto de que cuando va todos los días a por el periódico a Guijuelo, si necesitan pan, se lo lleva, aunque, como ella mismo señala, «se han arreglado bien».

«Haré todo lo posible por ayudarlos», concluye no sin antes señalar que tienen un nuevo curso pendiente con la Cruz Roja de Béjar. Hoy espera ir a Salamanca porque ahora está en Madrid por cuestiones médicas, pero, en cuanto pueda, marchará para la Nava.

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