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"Para oficiar la Semana Santa se precisa la fe"

Enrique Crespo, cirujano taurino e "Hijo Adoptivo" de Ciudad Rodrigo, pregona en el Teatro Nuevo "Fernando Arrabal", en presencia de la Corporación municipal, las cofradías y el obispo

S. Dorado

Ciudad Rodrigo

Sábado, 16 de marzo 2024, 22:04

La Semana Santa Mirobrigense acogió el primero de los actos programados para los días de festejos, liturgias, actuaciones y procesiones, entre otros, de la mano del pregonero de esta edición, el cirujano taurino Enrique Crespo, muy ligado a Ciudad Rodrigo por regentar la famosa enfermería del Carnaval del Toro, y escogido además por su devoción y fe, que fue precisamente el hilo conductor de su declamación en el Teatro Nuevo “Fernando Arrabal”, en el que fieles y cofradías aguardaban sus palabras. Después de la actuación de "En3Jazz", dúo que interpretó temas de Jesuscristo Superstar, y después de la introducción de Tomás Domínguez, presidente de la Cofradía de La Soledad, Crespo comenzó su discurso.

“Para un zamorano resulta muy comprometido pregonar una Semana Santa que no es la suya, que no la conoce, aunque tenga con esta ciudad un vínculo de tantos años y con sus gentes un afecto tantas veces manifestado”, comenzó el pregonero, asegurando que solo conoce la Semana Santa de su tierra. A pesar de ello, Crespo desgranó cada una de las jornadas que componen la Semana Santa con un matiz lírico, y previamente, reivindicó el verdadero sentido de la fiesta, la esencia puramente sacra: la fe. “¿Puede haber farinatos presenciando los desfiles en la Plaza Mayor sin fe? ¿Puede haber nazarenos arropando el encuentro de Jesús con su Madre la mañana del Viernes Santo sin fe? ¿Puede haber mujeres postrándose ante la imagen de La Soledad sin fe? ¿De verdad podemos creer que no es la fe lo que sacude a los hermanos del Silencio portando el Incensario?”, inquirió, y es que, proclamó, “para oficiar la Semana Santa se precisa la fe”.

En este sentido recordó la importancia de no apreciar las procesiones por su valor estético, que es, aseguró, “importante pero no determinante”, y señaló que en ningún caso deben ser considerarse como un atractivo turístico. Desde el Viernes de Pasión hasta el Domingo de Resurrección, Enrique Crespo ilustró al público presente ensalzando cada una de las procesiones que salpican de emoción tan señaladas fechas.

“Pasan los tiempos y las generaciones, se transforma la ciudad y las costumbres, se modifican la ceremonia y la fisonomía procesional; sin embargo, los niños siempre serán niños, y Jesús, desde su borrico, percibe ternura en esos ojos infantiles y sabe que ellos le ayudarán en el camino”, relató, en referencia a la procesión de La Borriquilla. “Me gusta presenciar varias veces esta procesión en Zamora, me gusta observar a los niños mientras caminan por la fila desordenada, hay que saber leer en sus sonrisas y evocar en sus caras las de nuestra infancia”.

También hubo en su discurso paréntesis para las vivencias propias, la experiencia de la Semana Santa desde dentro: “En Ciudad Rodrigo también tiene que estremecer ver pasar a esos cofrades soportando las colosales cruces y como hice allí, en mi tierra, cuando cargué la Cruz de mayordomía”, reveló, sobre la procesión de la Santa Cruz del Jueves Santo. Crespo trasladó a los mirobrogenses durante todo su pregón a una Pasión conmovedora con en sentimiento propio del clero, tan solo transmisible desde la fe más pura.

Al finalizar, el alcalde Marcos Iglesias y el obispo José Luis Retana le hicieron entrega de un obsequio a modo de agradecimiento, un cuadro de la Virgen de La Soledad del artista Carlos García Medina.

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