Juan Agustín Sánchez, frente al ambón en una de sus lecturas.

Misas de una sola persona en la provincia de Salamanca

Juan Agustín Sánchez lleva 15 años como celebrante de la Palabra en la comarca de Vitigudino

A.B.

Salamanca

Domingo, 19 de noviembre 2023, 11:54

Juan Agustín Sánchez tiene 82 años, es padre, abuelo y va a misa a todos los domingos. La principal diferencia con muchos católicos es que es él el que se pone junto al altar a pronunciar la Palabra de Dios y no a escucharla. «Empecé hace 15 años cuando el obispo en una visita pastoral a Vitigudino junto al párroco Ignacio Gómez nos lo pidió», recuerda. Juan Agustín ya estaba jubilado tras casi medio siglo de trabajo en la administración y siempre se había implicado de una u otra manera con la parroquia, ya fuera en Semana Santa o en la Adoración Nocturna. «Ignacio tenía más de doce parroquias», recuerda. Tampoco se le olvida el día de la primera celebración. Fue junto al sacerdote a que le presentara junto a los feligreses un 23 de noviembre de 2008 a Villargarcía. Había 7 personas para escucharle. Las siguientes veces fue ya solo. «Al principio extraña un poco que no esté un sacerdote, pero yo siempre les digo que no se fijen en la persona, sino en el mensaje que se transmite», relata.

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En estos años se emociona aún cuando recuerda cuando fue a celebrar la palabra a Majuges. «Recordé cuando me puse ante los feligreses que a los 8 años yo estaba allí de monaguillo ayudando al sacerdote y se me saltaban las lágrimas». Durante este tiempo ha pasado de celebraciones casi «multitudinarias» con medio centenar de feligreses, a algunas en las que solo había una persona. «Me encontré en Villarmuerto en que solo había una persona para realizar la celebración. Es importante que sea comunitaria así que me ofrecía a llevarle a Vitigudino a la misa y luego volver, pero se negó y quería quedarse allí, así que la celebré», reconoce, aunque señala que no es lo habitual y que, en estos casos, suele llegarse a un acuerdo con los feligreses para realizar la celebración.

Por ello, Sánchez hace un llamamiento a que haya más personas que se comprometan con las celebraciones de la palabra para ayudar a los sacerdotes. «Tienen una edad elevada y son pocos. Tenemos que ayudarles», señala a modo de invitación. «Cada uno tenemos que emplear los talentos recibidos para la comunidad ya sea tres o uno, no guardárnoslos para nosotros mismos», argumenta.

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