Con la mirada puesta en el cielo en el inicio de la Semana Santa de Béjar

La Semana Santa en Béjar comenzó ayer con agua debido a la entrada de un frente atlántico que dejó precipitaciones de lluvia durante prácticamente toda la jornada en la ciudad, aunque, finalmente, sí dejó celebrar el Via Crucis de La Antigua, que partía de la iglesia de Santa María la Mayor.

La Hermandad de Jesús Nazareno celebraba por la noche el tradicional Via Crucis en su trigésimo tercera edición con el paso Instrumentos de Pasión, la cruz, que fue llevada a hombros por cuatro hermanos, y con el Santísimo Cristo de la Agonía como principales elementos. Las previsiones del tiempo y la lluvia de la tarde no auguraban una buena noche y muchos fieles pensaban ya en celebrar el via crucis en el interior del templo, como ya había sucedido en alguna ocasión. Sin embargo, sí pudo celebrarse con el tradicional recorrido por las calles del barrio de La Antigua desde Santa María a la Puerta del Pico para regresar desde allí por el mismo itinerario.

En el interior de la iglesia de Santa María, el Nazareno presidía ya la jornada desde un lateral del altar que este año comparte con la imagen de la beata Madre Matilde con motivo del 150 aniversario de la congregación de las Hijas de María que ella misma creó. También se encontraba ya en sus andas la imagen del Amarrao y, al fondo del templo, en su ubicación tradicional, Nuestra Señora de las Angustias. Pese a celebrarse la Semana Santa más tarde, la lluvia es de nuevo protagonista y la Hermandad de Jesús Nazareno confía en poder celebrar este año las procesiones que no pudo el año pasado ya que sólo salió a la calle esta del Via Crucis, que tiene lugar el Viernes de Dolores.

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