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En Cantalpino llevan medio año sin poder beber agua del grifo. Primero fue la presencia de metolacloro, la que obligó al Ayuntamiento a informar el 18 de mayo de que el agua de consumo no se consideraba apta para beber. Finalmente, el 19 de octubre llegó el negativo, al obtener 0,025 de presencia de metolacloro, porque está permitido por debajo de 0,03. No obstante desde el Ayuntamiento no han podido avisar de que el agua es nuevamente potable porque los análisis dieron positivo en nitratos. El último análisis realizado corresponde al 14 de noviembre y arroja un resultado de 63, cuando el máximo permitido es 50.
«El metolacloro está perfecto ya, estamos teniendo problemas con los nitratos, hemos cambiado las sales que se utilizaban e hicieron análisis el miércoles», detalla el alcalde, Manuel Antonio Hierro, quien no descansa buscando solución a este problema que se encontró al asumir el cargo este mismo año. «El nitrato está un poquito por encima del nivel permitido», detalla el regidor. Ahora esperan el resultado a ver si mejora con el cambio de sales, de lo contrario «el siguiente paso sería cambiar las resinas del filtro de nitratos», explica.
En Cantalpino las opiniones son variadas, desde el hartazgo absoluto de algunos vecinos que manifiestan estar cansada de comprar agua embotellada. «Parece poco dinero, pero con el tiempo que llevamos, ya estamos gastando demasiado en comprar agua», decía enfadada una vecina. Otras personas coinciden en declarar abiertamente que ya beben agua del grifo de sus casas. Una joven que salía del consultorio médico contaba que ella lleva tiempo consumiendo el agua de su hogar y que no se había sentido indispuesta por ello. Otra mujer recordaba con tristeza lo buena que era antes el agua de su pueblo.
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