El marrano pasea por las calles de La Alberca. S. DORADO

El marrano salmantino más famoso y solidario: «No sabemos cuánto come, incluso le dan magdalenas»

La Alberca celebra este sábado la rifa de San Antón

S. Dorado

La Alberca

Miércoles, 15 de enero 2025, 06:45

El marrano más famoso de la provincia, bautizado como Antón, como no podría ser de otra manera, se encontrará por última vez con los habitantes de La Alberca este sábado durante la concurrida celebración de la rifa, que cada año por estas fechas tiene lugar desde el balcón de la Casa Consistorial, en la Plaza Mayor. Antón tendrá el placer de degustar una «última cena» a base de todo aquello que los visitantes y albercanos decidan echarle de comer.

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Todos los beneficios de las papeletas de este año irán a parar a la asociación Alcer, que lucha contra las enfermedades del riñón. El marrano tendrá también como padrinos de este acto benéfico a la familia Fermín, que cada año dona el ejemplar porcino.

La rifa se celebrará a las 13:30 horas, después de una solemne liturgia y la popular bendición de animales que se realiza junto a la iglesia, a la finalización de los actos sacros, de la mano del párroco Alfredo Fernández. A esta bendición acude, sin falta, un burro, además de un gran número de perros y otras mascotas.

Durante la jornada matinal se podrá disfrutar de bailes tradicionales al son de la gaita y el tamboril, degustaciones gratuitas de manjares ibéricos, en compañía del protagonista, Antón, un marrano de unos 140 kilos, según indica la teniente de alcalde, Soledad Ruiz, una de las responsables, junto a empleados municipales, de velar por este habitante tan especial.

«Cada día a las 8:00 horas se le da el pienso, pero no sabríamos decir cuánto come al día, ya que la gente también lo alimenta». Como de costumbre, las frutos como las castañas con habituales en su dieta, «e incluso le dan magdalenas», señala Soledad. «Al de hace dos años le gustaban las rosquillas», recuerda.

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El Antón de este año se presenta como un marrano dócil y predecible, acostumbrado a la gente y tranquilo. Cada mañana sale, como marca la tradición, y regresa al final del día a sus aposentos, en la ermita de San Blas, salvo los días «gordos», en los que el ajetreo y la gran cantidad de ruido y personas podrían asustarle.

Durante toda una mañana, los habitantes de La Alberca, los turistas y los dueños de mascotas, pasearán entre la Plaza Mayor y la Plaza de la Iglesia disfrutando del ambiente y de la belleza natural del municipio serrano, en una celebración que fusiona la solidaridad con la tradición, y en la que alcalde y representantes de la asociación destinataria de la recaudación de la rifa, desde el balcón, dedican unas palabras a todos los asistentes, impacientes por descubrir quién es el afortunado que se llevará el lote de embutidos en el que se traduce el marrano San Antón, a menudo, visitantes de fuera que no esperan semejante desenlace.

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