Marilia, cantante y compositoria

Marilia: «La música tiene que estar en la calle, es un lujo tocar en Mozárbez»

Su voz forma parte de la historia musical de este país y generaciones al completo la recuerdan por liderar uno de los dúos españoles que más repercusión tuvo en menos tiempo de vida. Marilia fue pieza clave del éxito arrollador que 'Ella baila sola' obtuvo tanto dentro como fuera de nuestras fronteras desde su irrupción en la música en 1996. En 2001 este bonito proyecto se convirtió en una parte más del aprendizaje que ha llevado a esta conquense a continuar en el mundo de la música, pero ahora en solitario.

Hablar con usted, es darse cuenta de que la música siempre ha formado parte de su vida…

Sin duda, desde que a los 11 años me di cuenta de que la música tenía algo especial que hacía que mi estado de ánimo cambiase, siempre he tenido una fuerte conexión con ella; y cuando me di cuenta de que podía componer, mi alegría fue total.

Y en muy poco tiempo, esas canciones las comenzó a escuchar muchísima gente…

La verdad que sí, era alucinante darse cuenta de que la gente cantaba las canciones que yo había compuesto en casa de mis padres, de la manera más humilde. Con el trabajo no solo nuestro, que poníamos la voz y la letra, sino de músicos, arreglistas, etc. comencé a tomar conciencia de lo importante que era lo que hacíamos y la forma de conectar con la gente que tuvimos con 'Ella baila sola'.

Una etapa profesional de la que no reniega, ¿no es así?

¡Para nada, forma parte de mí y de quien soy ahora! Me siento enormemente agradecida por ese camino y lo vivido; los viajes, las experiencias, los sitios donde cantamos y, sobre todo, llegar a tantas y tantas personas que a día de hoy siguen recordando esas canciones.

En 2001 acaba todo, y ¿qué ocurre con Marilia?

Pues ahí tuve que reconectar con mi esencia, porque lo que pasó en esos 5 años de trayectoria con EBS fue una vorágine que vivimos lo mejor que puedes vivir y asumir tantas cosas con 20 años, imagínate. Quise proteger mi conexión con la música porque la industria, el éxito y todo lo que se genera alrededor no es música en su pureza; la música es intocable y está por encima del mercado.

Y en 2012 decide retomar su camino en solitario… ¿qué es lo que le mueve a hacerlo?

Sí, vi que era momento de expresar de algún modo todo el aprendizaje que en pocos años había pasado por delante de mí, con tanto éxito condensado; tenía que asimilar lo que había pasado, cómo aprender de ello y me preguntaba con qué quería quedarme. Hay cosas que se aprenden al asimilarlas y hay decisiones que llevan un poco más de tiempo, pero en 2012 ya supe que era el momento de seguir avanzando.

Y llega ese disco 'Subiendo una montaña', ¿no es así?

No me puse fecha, simplemente surgió ese año, incluso había comenzado otros proyectos que no vieron la luz y que probablemente lo hagan. Me tomé mi tiempo de creación hasta que llegó este trabajo independiente que no esperó a ningún condicionante externo. Sentí que eran las canciones que quería compartir. Ese es el verdadero valor del camino; que no sea siempre fácil, sino que sea verdad para uno mismo. Vio la luz ese, luego 'Infinito' y ahora 'Bailando conmigo', que para mí es el que mejor refleja el momento en el que me encuentro.

Marilia, ¿cómo se ve todo ahora desde la madurez y la libertad?

Nunca me he sentido coartada en el ámbito musical, siempre he tenido la sensación de libertad al componer o crear, pero es cierto que ahora conozco mejor el terreno y a mí misma; lo cual tampoco significa que haya dejado de aprender, porque cuando llego una cima, aparece otra. Ahora intento transmitir una mirada vitalista y de presente, de abrazar lo vivido y volver a la raíz. La libertad la buscamos fuera, pero a veces está dentro.

¿Es más difícil abrirse camino ahora?

Mucho más, pero creo que en todos los ámbitos porque es época de mucha incertidumbre y tiene mucho mérito aguantar el tirón en todos los trabajos. Los independientes tenemos un esfuerzo añadido y merecemos valorarlo y celebrar el camino. Los altibajos son necesarios para aprender y valorar, pero no podemos negar que merecemos lo bueno que nos pase. Estar aquí es un regalo, pero sin agradecimiento no es un camino fácil.

Esta nueva etapa le da la ocasión de cantar en lugares más pequeños donde esa conexión y la posibilidad de agradecer es máxima, ¿cierto?

Siempre me ha parecido que hay que tenerle respeto tanto al gran público como al que va a verte a un lugar más pequeño como una sala o un teatro. Si tú llegas a una sola persona, la emoción y la magia de la música ya existe y le da sentido a esta profesión tan bonita.

Llega a rincones como Mozárbez, quizá a los que en su anterior etapa no habría llegado…

Sí, tener la oportunidad de cantar en espacios diferentes cada día hace que todo sea más emocionante. La música es de todos y tiene que estar en una calle, en un pueblo, en diferentes entornos. Conocer otros lugares y llevar mi música hasta ellos, siempre me va a parecer una aventura; me parece un lujo tocar en Mozárbez.

¿Qué se va a encontrar quien vaya a verla el sábado?

Habrá varias canciones del disco que me apetece mucho compartir como parte de mi camino y esa celebración de la que hablaba antes pero también haré una mirada hacia atrás y a temas conocidos. Conmigo habrá cuatro músicos fantásticos que hacen que todo sea una fiesta.

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