Mantones y pétalos engalanan la villa ledesmina

Ledesma amaneció hoy con una jornada más que primaveral, veraniega, como si el tiempo supiera que iba a ser un día grande en la villa. Los vecinos, con sus mejores galas, se echaron a las calles para celebrar los actos religiosos en honor al Corpus Christi ledesmino. El principal protagonismo recayó en la solemne procesión del Santísimo.

Tras la tradicional misa celebrada en la iglesia de Santa María la Mayor, se dio inicio al pasacalles litúrgico que estuvo encabezado en este caso por un estandarte muy especial donado de manera anónima y cuyo brillo no pasó desapercibido entre los ledesminos. A esta pieza única le siguieron los tamborileros, que pusieron la nota folclórica al acto, y posteriormente, se colocó debidamente la corte de honor de las fiestas y los niños de la localidad que han tomado recientemente la comunión.

La comitiva recorrió las estrellas calles del casco histórico de la villa que también se engalanó para la ocasión, ya que lucía los típicos altares decorados con velas, mantones y pétalos que los propios vecinos preparan para la ocasión, donde el Santísimo fue parando de manera solemne.

Una vez finalizado el recorrido, la custodia barroca en oro y plata de Francisco de Agreda que porta el Santísimo, volvió a la iglesia de Santa María la Mayor. Esta pieza del siglo XVIII, la más importante de orfebrería religiosa que posee la villa, aguardará en la santa sede hasta el próximo año, cuando cumplirá de nuevo con la tradición que se lleva celebrando en Ledesma ya durante tres siglos.

Con estos actos, los más tradicionales y arraigados en la villa, dio comienzo el grueso de la programación que el Consistorio ha elaborado para todos los públicos y que se desarrollará hasta el próximo lunes día 3 de junio.

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