Lumbrales
Viernes, 21 de junio 2024, 06:00
Después de un mes sin pediatría, año y medio con una única consulta semanal, y continuos cambios de personal de pediatría, las familias con niños y bebés de la Zona Básica de Salud de Lumbrales, que abarca una docena de municipios, sufrió hace unos días la cancelación repentina y sin previo aviso de las citas de pediatría. Este hecho acentuó el malestar de los afectados, ya incómodos con la atención de esta especialidad.
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Desde la Gerencia Territorial de Salud explican que se trata de un hecho aislado, ya que «la pediatra se encontraba ese día en una formación, y la pediatra de referencia en Vitigudino libraba guardia», y que no fue posible avisar con antelación a las personas citadas debido a que el día antes, cuando se trató de comunicar, surgieron problemas técnicos.
«Se les pidió disculpas y se les ofrecieron opciones: ser vistos por el médico de familia, ir a pediatría a Ciudad Rodrigo o ir al hospital», y recalcan que el funcionamiento continúa ahora con normalidad.
Sin embargo, los usuarios de este centro de salud muestran su inquietud y claman por un cambio. Raquel Saldaña, teniente de alcalde de Lumbrales, y además una de las madres afectadas, se reunió ayer con la coordinadora de Salud del centro de Lumbrales con la firme intención de formar un Consejo de Salud. No solo eso, sino que el Ayuntamiento impulsará una recogida de firmas y remitirá un escrito a la Consejería.
«Vamos a pedir que se recuperen las dos consultas semanales. Además, estas consultas son solo para revisiones, no se trata a los niños cuando están enfermos. Intentaremos que firmen todos los ayuntamientos de esta zona, así como las familias», explica la delegada municipal.
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También el procurador socialista de las Cortes en Castilla y León, Juan Luis Cepa, se une a esta protesta y manifiesta que no se soluciona la verdadera causa de este trastorno para las familias: «Si solo hay un pediatra, en cuanto coge una baja o vacaciones, la zona queda desatendida», e insiste en la necesidad de que se traten las patologías de los niños, ya que ahora las consultas se limitan a vacunaciones y revisiones rutinarias de niños sanos.
Alba Pinel Parada es una de las madres afectadas por la inestabilidad de las consultas de pediatría. En su caso, en la última revisión la pediatría no le dio, como era habitual, la próxima cita, ya que no iba a estar más.
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Hacer coincidir la correspondiente a cada mes de vida de su retoño resultó imposible, y las citas se dan con un retraso que se acumulan con la del siguiente mes, provocando además un trastorno en el calendario de vacunación, que no se lleva al día. «Además, no se pueden poner varias vacunas tan seguidas, así que si hay retraso con la de cierto mes, lo habrá ya con todas», matiza esta madre, residente en Lumbrales.
El día 18 de junio se encontró con que su cita había desaparecido de la app de Sacyl. «Llamé, pero había un problema con el teléfono», cuenta. Otros se toparon con la noticia una vez allí. «Me daban como opción una cita para el día 26, o bien acudir a Ciudad Rodrigo y vacunar en Lumbrales». Alba aceptó la segunda opción, y tuvo que desplazarse para la revisión, y regresar para la vacuna, para la que, además, «no me habían dado indicaciones desde pediatría, como se duele hacer, señalando que se recomendaba la vacuna».
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Otra madre afectada y molesta explica que pidió salir del trabajo dos horas antes para llegar y descubrir que no había consulta. «Llevo tres semanas de retraso con la vacunación de los 15 meses. Llevábamos un mes sin pediatra, y he tenido cinco pediatras diferentes en todo este tiempo». Asegura que se unirá a la petición de recuperar la dos consultas semanales.
«Si es por enfermedad hay que ir a Salamanca, o bien al médico de cabecera, que a menudo tiene que consultar a un pediatra», señala, y cuenta un caso ajeno: «Una niña tuvo que ir a urgencias en Salamanca, y el médico de cabecera le dio una receta con una dosis inapropiada. La madre no se fiaba y acudió a Salamanca, donde la dijeron que menos mal que no le había dado el tratamiento». Sentencia: «Es una vergüenza», y reclama una correcta atención médica. «Parece que esta zona es especial, aquí no tenemos derecho a consultas adecuadas, a que traten las enfermedades también», protesta.
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