Los vecinos responden en el primer día del bibliocajero

Laureano Rozas, conocido en San Esteban de la Sierra como Lauri, antiguo alguacil de la localidad durante veinticinco años, fue este lunes el primer usuario oficial de los bibliocajeros puestos en servicio por la Diputación provincial con tres rutas diferentes. Matilla de los Caños fue la semana pasada el escenario de la presentación de la iniciativa, que acerca la posibilidad de retirar dinero de un cajero a los vecinos del medio rural de la provincia, donde el 80% de los pueblos no dispone ya de este servicio.

Lauri esperaba en la Plaza Mayor de San Esteban de la Sierra la llegada del autobús junto con Damián Nieto, el segundo vecino que hizo uso del cajero. Era el punto de llegada, pero el tamaño del autobús, más grande que el de otras veces, no permitía llegar a ese punto. Por tanto, tuvieron que subir hasta el colegio, donde los niños y vecinos del pueblo ya retiraban los libros del bibliobús.

Con las dudas del primer momento, los vecinos comenzaron a sacar sus tarjetas y a pedir el dinero necesario. Tras Laureano llegó Damián Nieto, que manifestó su satisfacción por un servicio que viene a satisfacer una necesidad que tenían los vecinos: “me parece una idea buena porque no tenemos nada. Lo teníamos pero ya no y tienes que ir a Linares o Salamanca y los que no tienen coche o combinación de autobús no pueden”. “Tenías que depender de familiares”, añade Nieto, que a sus 69 años ya no conduce y pone de manifiesto que, si a su edad supone un problema ese desplazamiento, “es peor para los mayores de 80 o 90 años”.

Tras él llegó Karen y María Teresa Rosingana, que contó con el asesoramiento del alcalde y diputado, Antonio Agustín Labrador, presente allí y que también hizo uso del servicio. “Me ha parecido muy bien”, señalaba María Teresa, que, como el resto de vecinos resistió el frío y las gotas de lluvia que caían el lunes por la mañana en esa primera parada del autobús.

Elisa González, responsable de la oficia de turismo también utilizó el cajero y retiró algo de dinero. Al final, fueron seis las personas que hicieron uso del bibliocajero con la primera parada oficial. Retiraron algo más de 1.800 euros entre todos. Según explicaba Damián Nieto, había que sacar dinero suficiente porque “hay muchos gastos”.

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