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Jueves, 19 de agosto 2021, 22:09
Impactante es el término que mejor describe el hecho que sacudió recientemente a la localidad de Villarino de los Aires cuando, al despertar sus vecinos por la mañana, descubrieron la mutilación de uno de sus emblemas más queridos y enternecedores, un gran burro de piedra que les acompaña desde hace más de quince años.
El acto apunta a un grupo de vándalos, presumiblemente jóvenes, que pasan las fiestas de San Roque de la localidad, celebraciones aún en pleno apogeo hasta el 21 de agosto. En la madrugada de una jornada festiva a otras, jornada que culminó con una actuación musical con temas del cantante “Raúl”, los vándalos golpearon las orejas del burro de piedra presuntamente con unos adoquines de hormigón que había próximos a la escultura, una evidencia que pone de manifiesto la insistencia y fuerza con la que tuvo que ser efectuada tal fechoría.
Y es que, para todos los vecinos, tal y como asegura el alcalde del pueblo, Julián Martín, “se trata de un emblema muy querido por todos, y la gente está indignada”. La Guardia Civil ya estudia el caso, y desde el Ayuntamiento desean que se encuentre a los responsables. “Que caiga sobre ellos todo el peso de la ley”, sentencia el regidor de Villarino.
Esta escultura está valorada en más de 5.000 euros, y la intención ahora es restaurarlas dentro lo posible, o bien reponerlas, y es que una de ellas podría rehabilitarse, pero la otra ha quedado rota en tres fragmentos. A mayores, la insidiosa acción no termina ahí, ya que los responsables trataron de ocultar los pedazos de las orejas en un árbol cercano.
“Ahora parece una oveja”, lamenta el alcalde. Esta escultura luce junto a la residencia municipal de mayores, desde la que ahora se puede divisar una figura zoomorfa muy distinta a la que estaban habituados.
Los actos incívicos en temporadas de fiestas no son una novedad, pero nunca habían llegado tan lejos, aseguran desde el Consistorio. Desconocen si las pesquisas conducen a personas vinculadas directamente con la villa, pero sí indican que deben estar estos días de fiestas allí mismo. En años pasado los actos eran de menor importancia, principalmente, contenedores desplazados.
El burro lleva más de quince años ubicado junto a la residencia de mayores de Villarino de los Aires. Está realizado en piedra y su valor es de más de 5.000 euros, aunque incalculable para los vecinos y amantes de la localidad. Las orejas, que medían 30 centímetros, han aparecido destruidas, una de ellas ene tres trozos, y ocultas en un árbol, aunque fue fácil vislumbrarlas. El alcalde ha calificado el acto de “terrorista”, y asegura que el pesar y sentir de los vecinos es general, ya que este evento trasciende más allá de lo material. El burro del tío Silguero, que da nombre a una popular canción del pueblo, ha pasado con los años a ser “El Burro de Villarino”. El Ayuntamiento afirma que esta es, hasta la fecha, la agresión más notable. “Cortar las orejas a un símbolo que da identidad al pueblo...”, protesta el alcalde, que habla en nombre de muchos villarenses.
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