Los pueblos que reducen al mínimo el pago del impuesto de circulación

Ocho de cada diez municipios de la provincia de Salamanca mantienen el impuesto de circulación en el mínimo establecido por el Gobierno. La decisión tomada por los ayuntamientos está relacionada con la necesidad de aliviar la economía de las familias en una situación complicada y fomentar el empadronamiento en las zonas rurales, en las que en pagar esta tasa es mucho más barata por norma general que hacerlo en la capital salmantina. Sí se desprende de los datos facilitados por el Organismo de Recaudación y Gestión Tributaria de la Diputación de Salamanca (Regtsa), que es quien tiene cedida la gestión de todos los municipios para el cobro de este tributo a excepción de la capital y de Béjar.

Precisamente es la ciudad bejarana la que por contra tiene la tasa más elevada de todos los municipios de la provincia de Salamanca, y es que el propio Consistorio el que tiene la potestad de rebajar al mínimo legal el impuesto por el que tienen que tributar los vecinos, o por el contrario iuncrementarlo con el fin de obtener una mayor recaudación. Para los turismos con una potencia entre 160 y 190 caballos, que son los más habituales en el parque automovilístico de la provincia, la tasa se dispara hasta los 155,20 euros. Las localidades del cinturón de la capital forman parte del grupo de las que cobran impuestos por encima del mínimo legal marcado. Carbajosa de la Sagrada, Doñinos de Salamanca, Santa Marta de Tormes, San Cristóbal de la Cuesta, Carrascal de Barregas, Aldeatejada o Villares de la Reina, por ejemplo, tienen tarifas más elevadas.

Los ayuntamientos cobran la tasa en función del número de caballos de potencia que tenga el motor, así como dependiendo de si el vehículo es una motocicleta, un turismo, un camión, un autobús o un tractor. Siendo los turismos con una potencia entre 160 y 190 caballos los más habituales en las localidades, algo que se ha tomado como referencia en este estudio elaborado por el periódico. La tasa mínima que tienen que pagar los propietarios de estos turismos es de 89,61 euros y esa es la cantidad que abonan en estas localidades más afortunadas, mientras que en otras con tasas más elevadas de la provincia los vecinos llegan a abonar hasta un 50 por ciento más.

La mayor parte de los nuevos vecinos proviene de la capital o de las localidades más grandes. Los propios ediles relatan que una de las técnicas más utilizadas es empadronar a uno de los cónyuges del matrimonio en estos pueblos y poner a su nombre todos los vehículos, de ese modo mantienen el vínculo tanto en el pequeño municipio como en la capital. Los consistorios de la provincia salmantina fomentan el empadronamiento para obtener una mayor participación en los tributos del Estado y obtener más ayudas por parte de las administraciones, así como para evitar que desaparezcan algunos de los servicios básicos como la escuela.

Desde el inicio de la pandemia cinco localidades de la provincia de Salamanca se han decantado por rebajar la tasa del impuesto sobre los vehículos a sus vecinos. Guijuelo, Peñaranda de Bracamonte y Endrinal de la Sierra han reducido el impuesto, aunque lo sitúan por encima del mínimo legal, mientras que Garcibuey y Campo de Peñaranda sí lo han situado en el límite.

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