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El “Hermoso”, el “Niño de la Bola” y “San Juanito” también forman parte de la colección de las Carmelitas.

Los niños Jesús llegados a esta localidad salmantina desde Nápoles

La iglesia de las Carmelitas, en Peñaranda, atesora imágenes barrocas procedentes de Italia | Algunas de las más destacadas salieron de clausura en 2002

Miércoles, 12 de enero 2022, 18:58

La iglesia convento de las Madres Carmelitas, de Peñaranda, atesora desde su fundación en la segunda mitad del siglo XVII un incalculable patrimonio histórico y artístico gracias al mecenazgo del conde don Gaspar de Bracamonte, que fue virrey de Nápoles en tiempos del rey Felipe IV.

Entre el rico legado que don Gaspar y sus sucesores trajeron al convento peñarandino destacan los denominados Niños Jesús de Nápoles, que precisamente hacen referencia a su origen y que son un magnífico ejemplo de la imaginería barroca.

La capilla de la Virgen del Loreto, considerada en los últimos años como el espacio museístico de las Carmelitas, alberga varios de estos niños napolitanos, algunos de ellos en el propio retablo y otros repartidos en el coro bajo de la citada capilla, visible tras una de las rejas originales de la fundación conventual. A lo largo de estos cuatro siglos la ocasión más reciente en la que los niños napolitanos salieron de clausura fue en el año 2002, pronto hará dos décadas, para formar parte de una exposición en el Centro de Desarrollo Sociocultural (CDS).

Los visitantes de la muestra tuvieron la oportunidad, hasta ahora única, de observar de cerca la calidad artística de las tallas que representan en su mayoría al Niño Jesús pero entre las que también se encuentra un San Juan con el cordero de la Pasión que plasmaron numerosos escultores y pintores barrocos.

Las religiosas carmelitas que desde el siglo XVII han habitado en el convento peñarandino también han tenido un especial cariño y devoción hacia estos niños a los que incluso han denominado como “el Hermoso” por su belleza, “el Pasionarito” por su túnica morada y dorada y por portar en su mano las insignias de la Pasión o el anteriormente mencionado “San Juanito”.

A la colección pertenece también otra imagen del Niño Jesús en pie alzando la mano derecha para bendecir y sosteniendo en la izquierda una esfera dorada. La iconografía del Niño de la Bola alude en este caso a la universalidad de la doctrina cristiana, es un niño triunfante, salvador del mundo, y simboliza la idea de Jesús hombre y salvador.

Otras tallas de formato más pequeño pero también de Niño Jesús, todas ellas llegadas de Italia, también forman parte de una de las colecciones más singulares que pueden verse en la iglesia carmelita peñarandina.

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