Los 9 pueblos de Salamanca que participan en un pionero proyecto de vida independiente para mayores

El centro de referencia comarcal de San Esteban de la Sierra inicia su andadura con la asistencia a 22 personas mayores que viven en sus domicilios y con la posibilidad de ocupar ya la residencia de la localidad, que tiene 15 plazas, como último recurso.

Responsables del Ayuntamiento, Diputación y Asprodes visitaron las instalaciones y conocieron cómo se plantea este proyecto, que tiene su ámbito de actuación en los municipios de San Esteban, Santibáñez de la Sierra, Valero, Cepeda, San Miguel de Valero, Monleón, Linares de Riofrío, Valdefuentes de Sangusín y Cristóbal.

Hasta el momento, se han atendido a 35 personas de estas localidades de las que hay 22 casos activos. El objetivo de Asprodes es llegar a los 60 mayores atendidos y contar con una plantilla de 52 personas. En cuanto al empleo actual, ya hay contratadas 21, de las que 17 son asistentes personales, tres gestores de casos y la dirección.

El objetivo de este proyecto de Asprodes es el de permitir que las personas puedan vivir en su casa el mayor tiempo posible y que hagan uso del centro de San Esteban como último recurso o lugar de apoyo. Se persigue también el asentamiento de población rural y la creación de puestos de trabajo, fundamentalmente femenino.

El alcalde de San Esteban de la Sierra, Antonio Agustín Labrador, se mostró satisfecho por haber conseguido terminar un proyecto como el de la residencia, que puso su primera piedra en 1999 bajo el mandato de Gonzalo Oliva. El proyecto recibió un impulso en los últimos cuatro años con una ayuda directa de 100.000 euros de la Diputación y una inversión de 160.000 euros del Ayuntamiento.

El alcalde agradeció el apoyo en la figura del presidente de la institución provincial, Javier Iglesias, que estuvo presente en la visita. También destacó la labor de Asprodes y su Fundación, que contaron también con representantes en el acto. De hecho, es Asprodes la entidad encargada de gestionar el proyecto, que permite financiar ahora la labor de los técnicos. El objetivo de los sesenta usuarios es el límite mínimo para que el proyecto pueda mantenerse. Los responsables no se cierran a la posibilidad de crecer, superando esa cifra.

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