La lluvia no puede con las vaquillas de Colmenar de Montemayor

Colmenar de Montemayor desafió a la lluvia y pudo celebrar las vaquillas tan esperadas que contaron, además, con una multitudinaria presencia de aficionados procedentes tanto del propio pueblo como de otras localidades del entorno.

La amenaza de lluvia llegó ya por la mañana, con la celebración de la misa en honor al Cristo de la Salud. De hecho, durante la eucaristía comenzó a llover, lo que no impidió que los fieles le acompañaran hasta su ermita, cubierto por un plástico para protegerlo y a buen paso. Allí se celebró la última subasta para meterlo en la ermita y los fieles pudieron despedirse de él hasta el próximo año. Sí hubo de suspenderse el encierro infantil programado a última hora de la mañana, pero no así las vaquillas, que habían creado gran expectación en su segundo año tras la recuperación después de tres décadas.

Jóvenes del pueblo y de otros municipios, así como algún aficionado más mayor, se atrevían a saltar al ruedo y realizar pases, quiebros e incluso salto con las cuatro vacas que se soltaron. El impulso de la peña taurina de la localidad ha permitido realizar esta actividad, que antaño era común en el pueblo y otros municipios de la zona.

La localidad despedía la programación de las fiestas, que han permitido reencontrarse de nuevo en las calles a amigos llegados desde muy diferentes de España que no se olvidan del pueblo de sus orígenes y del Cristo de la Salud al que piden regresar al año que viene. La programación de este año ha cambiado de ubicación para volver al Portal de la iglesia con el objetivo de centralizar allí las actividades y recuperar la tradición. La lluvia ha condicionado la última jornada, pero las celebraciones religiosas y las vaquillas sí pudieron llegar a buen puerto.

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