La lluvia no desluce la tradición matancera de Ciudad Rodrigo

La lluvia no se quiso perder una de las citas más tradicionales de Ciudad Rodrigo, la Feria de Botijeros, un momento donde la herencia de las generaciones pasadas conecta con el presente a través de la labor matancera. Esta matanza también fue el cierre del ciclo provincial que promueve la Diputación de Salamanca que ha estado presente en más de 80 localidades desde noviembre hasta este tramo final del mes de marzo.

Una jornada sabatina que unió el esfuerzo de muchas personas, como decía el alcalde Marcos Iglesias: “Las mujeres del grupo “Amanecer”, las Olayas y la empresa que dona el cebón desde hace muchos años y que hacen posible que este momento tan nuestro tenga lugar”. Nada frenó a esta edición de la Feria de Botijeros, y eso que el agua acompañó toda la mañana. Desde primera hora, el grupo de matarifes mostraron su maestría y su experiencia estas lides, aunque la humedad presente hizo que fuera necesario utilizar el quemador para ayudar a los helechos en el proceso de chamuscado del cebón.

Un numeroso público venido de Andalucía, Extremadura o de la propia Castilla y León, no perdieron detalle de las explicaciones del maestro de ceremonias, que detalló con mimo cada parte de esta tradición que, para algunos de los presentes, veían por primera vez. Mientras los hombres se empleaban en el despiece, las mujeres comenzaron a preparar los utensilios necesarios y el reparto de perrunillas y aguardiente para el desayuno tradicional. Las concejalas Ana Castaño, Paola Martín, Vanesa García y Carmen Lorenzo no escatimaron esfuerzos y pusieron sus manos a disposición de las labores necesarias.

Con el paso de las horas, la Plaza del Buen Alcalde se convirtió en el epicentro de toda la feria. Los puestos de venta de productos artesanales y los juegos tradicionales encontraron cobijo en los soportales de este ágora mirobrigense y “abandonaron” la Plaza Mayor que debía acogerlos y así evitaron la incesante lluvia. “Quiero agradecer a todos los que han venido este sábado, hay muchos puestos que por el temporal no han podido venir, pero hemos contado con más de una veintena”, explicaba la edil de Ferias no ganaderas, Ana Castaño.

El tren turístico también estuvo en funcionamiento, adaptado para la situación provocada por el líquido elemento y permitió a mayores y pequeños ver Ciudad Rodrigo desde otro punto de vista. Precisamente los más jóvenes no perdieron detalle ni de los juegos tradicionales ni del proceso matancero, mostrando muchos de ellos su curiosidad y su interés en esta tradicional tan arraigada en la comarca.

La degustación de las probaduras y productos del cebón sirvió para recuperar fuerzas tras una intensa mañana de trabajo.

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