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Miércoles, 8 de junio 2022, 21:20
La falta de lluvias ocupa cada vez más a los ayuntamientos, que a medida que ven de cerca la etapa veraniega, preparan las pocas armas a su alcance para afrontar los meses vacacionales con un abastecimiento muy limitado. La Sierra de Francia es una de las comarcas que más sufre de forma generalizada este problema cada año, a pesar de apoyos como el azud de Arrohuevos, cisternas de gran capacidad o embalses.
Precisamente en esta época tan delicada en la que el entorno rural recibe una gran cantidad de turistas y también vecinos con segundas residencias que pasan en los pueblos los meses estivales, por lo que el consumo de agua se dispara. Los pueblos doblan su capacidad, y algunos hasta la triplican, e incluso esperan la llegada de más visitantes que los años anteriores, en los que ya tuvieron problemas. Ahora que la pandemia da tregua y facilita los desplazamientos y la actividad de ocio, la amenaza es mayor.
Uno de los recursos más utilizados por los ayuntamientos es lanzar avisos en esta época para recordar a los vecinos que es de vital importancia restringir el uso del agua lo indispensable y aplicar el sentido común, y es que el riego de huertos también contribuye a que el agua escasee, especialmente a partir de agosto y hasta a mediados de septiembre, siendo el ecuador del verano el momento que más preocupa.
Algunos pueblos fuera de la Sierra de Francia también se han unido al llamamiento a la responsabilidad, como Monsagro, que advierte de la prohibición de regar huertos y jardines o lavar coches. Además, imponen el llenado de piscinas privadas antes del día 15, previo aviso al Ayuntamiento. Otros, como Aldearrodrigo, han optado por restringir el llenado de las piscinas municipales, imponiendo que se haga, como mínimo, de dos veces para evitar el agotamiento de los pozos.
Todos los pueblos que sufren este problema de abastecimiento cada año durante el verano coinciden en que es a partir de agosto, especialmente durante la segunda quincena y hasta mediados de septiembre, cuando más tienen que optimizar el agua. Esta etapa de afluencia vecinal se ve potenciada por la concentración de festejos patronales, por lo que la demanda supera a la capacidad de oferta.
Algunos pueblos aseguran que los recursos de los que disponen son los de siempre pero que la situación es abrumadora, con más llegada de turistas y cada vez más sequía. La mejora de las redes de abastecimiento es el proyecto tendencia en los ayuntamientos.
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