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Miércoles, 15 de junio 2022, 19:27
La irrupción de una intensa ola de calor y la proximidad de los meses estivales y vacaciones en centros escolares equivale a aglomeraciones en las zonas de baño de la provincia, entre ellas, las piscinas naturales de términos municipales como Valero, Serradilla del Llano, ... Monsagro, San Martín del Castañar, Rinconada de la Sierra o Villasrubias.
En la mayoría de los casos, los problemas son comunes, y es que aunque los bañistas hacen uso de estos vasos de aguas naturales bajo su propia responsabilidad, la posibilidad de que suceda algo mantiene en tensión a los ayuntamientos, que se preguntan qué sucedería en ese caso, ya que no hay vigilancia de socorristas.
Por otro lado, el mantenimiento de estos espacios de baño corresponde directamente a los ayuntamientos, lo que supone un gasto añadido. “Cada vez contamos con menos recursos”, lamenta Demetrio Canete, alcalde de Valero, pueblo que cuenta con una de las piscinas naturales más concurridas. Los servicios que este tipo de instalaciones ofrecen son, en muchos casos, muy completos: bar, merendero, barbacoas y hasta vestuarios. Así, Villasrubias presume de un área de esparcimiento adaptada, con césped tupido, barbacoas y mesas de granito, además de un restaurante que abre cuatro meses al año, ya que los bares y chiringuitos de estas zonas tienen la actividad muy limitada a la época de público: verano, y en algunos casos, fines de semana tan solo.
Servicios, columpios y accesos para discapacitados son otros añadidos que suman valor —y también responsabilidades— a zonas completas como la de Villasrubias. Algunas localidades advierten, no obstante, que las piscinas municipales, un servicio disparado en la provincia con el que cada vez cuentan más pueblos, ha tenido impacto en el atractivo de estas zonas, y que no todas cosechan el éxito de antaño a pesar de la gratuidad y apertura permanente.
El alcalde nota que ya no viene mucha gente de los municipios que disponen de piscina municipal. Además, apunta que el mantenimiento supone un coste extra que cada vez resulta más complicado afrontar por falta de recursos.
Son muchos los problemas que acarrean estos espacios, tal y como asegura el alcalde de Rinconada de la Sierra. Se pregunta quién se hace responsable de lo que pueda suceder, aunque por el momento no ha habido sustos.
El alcalde de Serradilla del Llano objeta que cada vez viene más gente a la piscina natural. El aumento de su fama no le agrada, e insisten en que está demasiado masificada los fines de semana.
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