Las Arribes cumple la normativa: todos los vecinos con mascarilla

Quizá sea por el espíritu proteccionista hacia los mayores que durante toda la pandemia están promoviendo los alcaldes de los municipios más pequeños de la provincia, quizá porque desde estos mismos ayuntamientos no se han cansado de pedir que se cumplan a rajatabla las medidas de seguridad o quizá por la propia concienciación de los vecinos y visitantes, la obligatoriedad impuesta por la Junta de Castilla y León de usar mascarillas en todo momento ha calado muy hondo en Las Arribes, en la comarca de Vitigudino.

“Todo el mundo usa mascarilla y la gente que llega de fuera tiene un comportamiento muy correcto”, destacó ayer el alcalde de Aldeadávila de la Ribera, Santiago Hernández, que afirmó que “casi es a los que estamos todo el año en el pueblo a los que más nos cuesta lo de ponernos la mascarilla, pero sabemos que hay que hacerlo”.

Una obligatoriedad que ha llegado coincidiendo con la época de máxima afluencia de visitantes y residentes no habituales a estos municipios del Oeste de la provincia de Salamanca, aunque como señaló Santiago Hernández, “hay mucha gente de fuera, aunque sí que se nota que están algo retraídos a la hora de ir a los bares”, prefiriendo disfrutar de los días de ocio en el pueblo en compañía de familiares y amigos en entornos más privados.

Una situación que se puede observar en cualquiera de los muchos municipios del entorno rural de Las Arribes, desde Masueco hasta Barruecopardo, pasando por la pequeña localidad de La Peña, en la que “la gente está muy concienciada”, como señala el alcalde José Tomás Hernández.

“Es en los pueblos pequeños donde se está cumpliendo mejor, a la vista de las noticias que llegan desde las ciudades, pero ha sido así desde el principio, ya cuando dijeron que había que quedarse en casa, así lo hicimos”, afirman los vecinos de La Peña, un pueblo en el que “la gente que viene de fuera la usan desde el primer día, antes de que fuera obligatorio, por respeto, y eso que ahora hay muchas personas que se han venido al pueblo buscando un entorno rural”, señaló José Tomás Hernández.

Esta misma concienciación se puede ver a diario en las calles de Barruecopardo, donde los vecinos portan mascarillas no solo para las actividades comunes como la compra o el disfrute de las terrazas hosteleras, sino que también las usan para realizar los habituales paseos por el pueblo y su entorno.

A pesar de este alto grado de cumplimiento, los alcaldes siguen muy activos en las redes sociales haciendo llamamientos a cumplir con las medidas sanitarias del distanciamiento e higiene de manos, al igual que con la obligatoriedad de usar mascarillas, recordando como el alcalde de Lumbrales, Carlos Pedraz, que “el uso de la mascarilla y el cumplimiento de las medidas están para evitar el contagio del COVID-19”.

“La gente es muy cumplidora, es muy raro ver a alguien sin mascarilla y si es así incluso piden disculpas por no llevarla y se la ponen”, afirma Juan Martín, propietario de la tienda de alimentación de La Zarza de Pumareda.

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