La Sacristía salmantina que ‘se cae a pedazos’

Los restos arquitectónicos descansan actualmente en una dehesa de uso privado y su acceso resulta complicado, especialmente en los meses de invierno, dado que es necesario llegar a pie entre la maleza. Desde hace tiempo permanece en pie la capilla sepulcral o sacristía, y sus perspectivas de futuro podrían no ser halagüeñas, dado que la vegetación devora la estructura.

La sacristía de estilo gótico con elementos renacentistas, que data del siglo XV o XVI, esconde numerosos misterios acerca de su evolución en la historia así como de sus orígenes, ya que apenas se conservan escrituras relacionadas. Se especula que el motivo pudo estar relacionado con su adquisición por parte de la nobleza o con el hecho de estar cercana a Portugal, por lo pudo haber estado bajo su jurisdicción.

Estudiosos como José Ferreira han recopilado toda la información posible sobre este recinto eclesiástico, lo que les ha permitido formular hipótesis plausibles, pareciendo la más probable la primera opción. De ser así, la antigua iglesia habría sido remodelada para convertirse en una capilla particular, es decir, un sepulcro que habría albergado los restos mortales de los familiares propietarios.

Camporredondo figura en los libros de registro como un despoblado que en alguna época tuvo jurisdicción propia y que terminó por adscribirse a Villar de Ciervo, pasando a ser propiedad de la familia de los Castro de Ciudad Rodrigo bajo el nombre de Dehesa de Camporredondo.