La razón para vivir en Fuentes de Oñoro de una portuguesa: “Hay más calidad de vida”

La proximidad no solo facilita a portugueses y españoles de la frontera salmantina transacciones continuas de dinero y bienes, sino también de relaciones sociales, por lo que los matrimonios entre ambas nacionalidades son también comunes en la zona.

Natalia Rodríguez es una de las portuguesas que ha terminado por afincarse en Fuentes de Oñoro, cerca de su patria, pero con las ventajas que ofrece España. “Yo soy de Portugal y mi marido es español; hemos preferido vivir aquí. Es lo que suelen hacer los matrimonios entre españoles y portugueses, lo otro es más raro, porque aquí hay mayor calidad de vida”, cuenta esta portuguesa. “Los sueldos son más altos, el trabajo es mejor”.

Como cualquier oñorense, ella también conoce los puntos fuertes y débiles de su país, y comenta que los españoles cruzan la frontera hacia Portugal para comprar textiles, además para acudir al mercadillo de Vilar Formoso, especialmente popular.

Los alimentos, explica, “son más baratos en España. Desde Portugal se viene a comprar carne, pescado...”, señala, a las puertas del supermercado en el que, como muchos otros, compra. Natalia Rodríguez rememora tiempos en los que la economía fluía con más intensidad en la frontera, y es que ella misma trabajó en Renfe en los tiempos en los que el tren estaba en su momento estelar.

Aunque el cierre de la línea no tuvo nada que ver con que abandonara su trabajo, lamenta la libertad de movimiento que han perdido, reducida ahora a los que viven en La Raya, especialmente si carecen de vehículo propio.

Junto a una amiga con la que hace recados, se pregunta si la apertura de la autovía dejará, con el tiempo, un nuevo surco en la economía habitual de La Raya salmantina, que termine por abrir un agujero, y reinventar una vez más el estilo de vida y subsistencia.

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