La masiva presencia de palomas en Peñaranda, más cerca de atajarse

Peñaranda tomará nuevas medidas para frenar la alarmante proliferación de palomas en la localidad y la alcaldesa, Carmen Ávila, adelantó en el pleno celebrado esta semana que se pedirán presupuestos a varias empresas especializadas para llevar a cabo un control de la especie.

La evidente preocupación por el aumento de la especie salió a debate en el turno de ruegos y preguntas a raíz de una pregunta de Peñaranda en Común a la que se sumó también el Partido Popular recordando que se trata de un problema generalizado que afecta especialmente a los vecinos de algunas zonas del casco urbano y reclamando medidas al respecto.

Los populares alertaron, además, sobre la masiva presencia de las palomas en edificios abandonados y en ruinas aunque la alcaldesa, Carmen Ávila, aclaró que actualmente no hay ningún inmueble declarado oficialmente en ruinas por el Ayuntamiento y explicando que es muy difícil intervenir en ellos por contar con varios herederos como propietarios de los mismos.

La portavoz del PP, Carmen Familiar, insistió recordando que el Ayuntamiento tiene fórmulas legales para hacerlo y para instar a los dueños a que mantengan sus edificios en condiciones y no sean foco de este tipo de problemas. En el debate plenario, Familiar también aludió a la reclamación interpuesta por una comunidad de vecinos ante el Procurador del Común precisamente por los efectos que producían las palomas en el inmueble y que siguen padeciendo a día de hoy.

A todo ello se le suma, además, la reciente queja trasmitida por la parroquia que, después de haber arreglado el tejado de la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel con una inversión de más de 100.000 euros por parte de la Diócesis salmantina, tiene ahora a varios cientos de palomas amenazándolo a diario.

La plaza de Agustín Martínez Soler, el paseo de la Estación y las calles Arapiles y el Payo son algunas de las zonas que soportan desde hace años la presencia de cientos de palomas en patios, tejados, voladizos, ventanas y balcones llenándolos a su paso de la corrosiva palomina. Estas aves, conocidas además como las ratas del aire, pueden provocar numerosas enfermedades, tal y como recuerdan también los afectados.

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