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Martes, 17 de noviembre 2020, 21:33
El Club de Fincas que impulsa y gestiona la Fundación Naturaleza y Hombre en el Oeste Ibérico ha recibido un importante espaldarazo a su labor de conservación e investigación con la catalogación en la Reserva “Campanarios de Azaba” de dos nuevas especies de libélulas y caballitos del diablo, (odonatos), gracias al trabajo realizado durante los últimos tres años por la investigadora Miryam Palomo.
Las investigaciones realizadas para la conservación y la evaluación de los humedales de la dehesa salmantina, desde la reserva que se encuentra en la localidades de La Alamedilla y Espeja y que es propiedad de la fundación que preside Carlos Sánchez, han sacado a la luz y catalogado dos especies de odonatos, Aeshna Cyanea y Aeshna Mixta, que destacan por su gran tamaño y vistosidad de colores.
“El estudio de estas especies es otro punto clave para la evaluación de la calidad de los humedales que conforman el hábitat característico de la dehesa salmantina”, afirma la investigadora Miryam Palomo, que añade que “estos insectos bioindicadores aportan gran cantidad de información sobre el estado de las charcas, en cuanto a la calidad del agua, así como a la vegetación característica”.
Durante el trabajo realizado a lo largo de los últimos tres años en “Campanarios de Azaba”, los investigadores de la Fundación Naturaleza y Hombre han catalogado 27 especies de odonatos que habitan las charcas de la Reserva.
Uno de los principales problemas a los que se enfrentan en la labor de conservación de los humedales del Oeste Ibérico es el de la proliferación de una especie invasora de helecho acuático, la azolla filiculoides, que “tapiza rápidamente las charcas en las que se asienta, impidiendo el desarrollo de otras especies animales y vegetales”, por lo que buena parte de los trabajos de mejora de estos humedales se dedica a la eliminación de esta planta acuática.
La importancia de los humedales de la dehesa salmantina reside también en el hecho de que estos espacios es donde encuentra alimento y reposo la cigüeña negra, “de la que se han detectado varias parejas reproductoras en el área del proyecto”, señalan.
También en este entorno de la Reserva “Campanarios de Azaba” se han localizado parejas reproductoras de otra de las especies objeto de seguimiento, el buitre negro.
Al tiempo que se realizan estos estudios de biodiversidad, la Fundación Naturaleza y Hombre continúa también con las acciones de reforestación con especies de quercineas como encinas, robles y alcornoques así como las especies ligadas al bosque de riberas con fresnos, alisos y sauces entre otras acciones.
Campo de Azaba, Campo de Argañán, El Rebollar, Sierra de Gata y Valle de las Pilas, Río Erjas y Monfragüe forman parte de los espacios Red Natura 2000 por los que se extiende el “Club de Fincas” de la Fundación Naturaleza y Hombre. La reserva posee un rico abanico de especies animales y vegetales propias de los ecosistemas mediterráneos, lo que la hace muy valiosa para su conservación y estudio.
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