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Santiago Mota en uno de sus paseos con Enola y Berta por los caminos de Saelices el Chico. CASAMAR
La historia de Berta, una cordera que forma parte de una familia salmantina

La historia de Berta, una cordera que forma parte de una familia salmantina

Berta, una cordera criada a biberón, pasea a diario por Saelices con su padre adoptivo humano, una perra de aguas, y muy pronto con su hermana biológica

Lunes, 26 de diciembre 2022, 18:16

Siempre ha habido mascotas exóticas, pero Santiago Mota, entusiasta de los animales y el mundo rural, no necesita irse a otro continente para gozar de la compañía de una mascota inusual. El pasado 22 de septiembre fue su cumpleaños, y recibió un regalo del todo inesperado: una cordera a la que sus hijos bautizaron como Berta.

“Menuda sorpresa, no me lo esperaba en absoluto”, relata este habitante de Saelices el Chico. Berta, una oveja con cruce de castellana por parte materna, y de pelibuey por parte paterna, tan solo tenía 15 días cuando la depositaron en sus brazos. Entre los animales que enriquecen el mundo de Santiago y su familia hay tres gatos, gallinas, una perra de aguas llamada Enola —nombre que debe al famoso bombardero—, y el recuerdo de otras mascotas como su burro Benito, en honor al patrón de Saelices el Chico.

Criar a Berta ha resultado fácil y gratificante: “Uso una botella de vino para meter la leche, con una boquilla especial, y en cuanto lo ve acude”. Eduardo Dávila, su amigo veterinario, también residente en Saelices, y amante de los animales por igual —tiene ocas, entre otros— fue quien le hizo este regalo tan especial, y tan solo ha tenido que seguir sus consejos de cuidados.

Hacer de Berta una mascota más tampoco ha sido complicado. Santiago saca a Berta dos o tres veces al día junto a su perra de aguas, que recibió a la mullida oveja como una más desde el primer día. Las dos mascotas pasean sueltas junto a él. “Incluso diría que Berta pasea mejor, nunca se aleja, como hace Enola en ocasiones”. Cuando él no está, Berta bala. “Nos llama”, dice risueño el dueño.

Aunque tiene nombre propio, responde al apelativo de “chivina”, que Santiago utiliza para llamar su atención, y que asegura que el animal ya asocia a él inmediatamente. Los dos animales han hecho tan buenas migas que Berta busca el contacto con Enola: “La topa, le da cariñosamente con la cabeza cuando paseamos, la busca”.

Estos días Berta, que habitualmente pasta tranquilamente al aire libre, junto al hogar, y se refugia en la leñera cuando hace frío o llueve, está pasando el tiempo en casa de los amigos de Santiago para hermanarse con su auténtica hermana, y es que Eduardo recalcó que las ovejas son animales gregarios y necesitan compañía. Así pues, Santiago paseará dos corderos, dos hermanas, muy pronto: Berta y Turca.

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