La falta de cobertura frustra el éxito de los cajeros en los bibliobuses

La falta de cobertura en algunas de las zonas rurales de la provincia de Salamanca ha impedido el pleno rendimiento del novedoso sistema que la Diputación ha implantado para llevar el cajero automático a los habitantes de 130 pequeñas localidades.

La idea de instalar cajeros en los bibliobuses que recorren la provincia ha supuesto una “revolución” en una época en la que las entidades financieras abandonan su presencia en los pueblos. En noviembre del año pasado comenzaron a llegar a los municipios de la provincia, pero el handicap que supone la limitación para acceder a internet ocasiona cortes constantes en el servicio con la consiguiente pérdida de tiempo, ya que es necesario reiniciar el sistema continuamente.

Ante esta situación, la Diputación, a través de sus técnicos, ya trabaja en un sistema de red wifi en los vehículos para dar la cobertura que necesitan los propios cajeros, de modo que el próximo curso queden subsanadas estas incidencias provocadas por el gran problema que supone el acceso a la banda ancha en los núcleos rurales. La Salina, además, también está intentando mejorar el problema de agotamiento de la batería de los autobuses, ya que el consumo de los cajeros es elevado y provoca interferencias a la hora de que un vecino saque el dinero.

En este caso, la Diputación de Salamanca se ha decantado por la instalación de pequeñas placas solares que también estarán operativas en los próximos meses, tal y como señalaron fuentes de la institución provincial.

El coste del mantenimiento de este servicio es de 18.000 euros al año y los ciudadanos podrán sacar dinero del cajero sin importar su entidad bancaria. Esta cifra se une a los otros 18.000 euros que costó la instalación de los cajeros en los propios vehículos, lo que hace muy interesante este plan pionero por la escasa inversión.

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