La descomunal cantidad de excremento de paloma que acumulaba este piso de El Encinar

No olía bien, pero el alcance del problema no se había medido en kilos hasta ahora. En concreto el origen de los hedores que emanaban de un piso del número 20 de la calle Duero estaba en los dos mil kilos de excrementos de paloma que se acumulaban en la vivienda, un problema que en el verano de 2018 los vecinos ya habían denunciado ante el Consistorio.

La cuantificación de este problema ya se ha hecho realidad tras el trabajo de los operarios municipales que han accedido a la vivienda para retirar la compacta alfombra de excrementos que se extendía por las baldosas, sobre los electrodomésticos e incluso impedía abrir algunas de las puertas interiores.

En total han sido dos las toneladas de deyecciones de los pájaros, que habían invadido la vivienda desde hace muchos meses, las que se han retirado de esta casa.

Este trabajo de limpieza realizado ayer, ha sido la segunda parte de un trabajo de dos años para conseguir la apertura de la vivienda, tras el visto bueno del juzgado. La comisión encargada de la reventar la puerta se personó en el piso el pasado día 1 con la presencia de la Policía Local y una empresa, que llevó a cabo unas primeras tareas de desinfección en el piso y la retirada de las palomas muertas que había en la vivienda.

La única buena noticia que han recibido vecinos y Consistorio es que no se ha hecho realidad el temor de que en el problemático piso estuviese también el propietario de la vivienda, con el que el Ayuntamiento llevaba infructuosamente intentando contactar dos años, tras las denuncias de los vecinos por los olores de la vivienda y los inconvenientes de salubridad que generaban las aves.

El largo proceso que ha concluido con la limpieza de la vivienda, un trabajo que el Consistorio reclamará al propietario, lleva dos años en marcha y ha incluido trámites ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que ha sido el que ha concedido la autorización para entrar. Ha sido necesario un informe municipal y un dossier de la Policía Local para poder argumentar la necesidad de este acceso a la vivienda, transformada en un criadero de palomas.

Antes, a lo largo de muchos meses, los vecinos habían tomado medidas provisionales para intentar aminorar las consecuencias de la presencia masiva de palomas, que traía aparejada no solo los olores nauseabundos y la imposibilidad de abrir las ventanas del patio comunitario o tender la ropa, sino también la presencia de insectos que salían de la casa por la parte de abajo de la puerta principal.

Precintar esta puerta, utilizar insecticidas o incluso intentar tapar con cartones los accesos de la ventana de la cocina por la que se colaban las aves en la vivienda, fueron algunas de las medidas que tomaron, aunque sirvieron de muy poco.

Las palomas convirtieron la vivienda vacía en su refugio y en una pesadilla para los vecinos desde el verano de 2018. El Consistorio, a partir de las primeras denuncias ha intentado encontrar al propietario, algo que hasta el día de hoy no ha sido posible, y por ello ha sido el alto tribunal el que ha tenido que intervenir para autorizar la entrada en la vivienda. La localidad de Terradillos lleva cerca de una década de lucha contra la plaga de palomas, algo para lo que tiene colocadas jaulas trampa en distintos puntos de El Encinar y Los Cisnes. En el último balance publicado por el Ayuntamiento, correspondiente al mes de junio, se retiraron 136 ejemplares.

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