La centenaria salmantina que sopla 104 velas tomando solo paracetamol

Toda su familia coincide en que Rosa tiene muy buen carácter, tiempo ha tenido para cambiarlo y sin embargo nunca ha dado una voz ni se ha enfadado. El viernes esta centenaria de apellidos Pérez Domínguez llegaba a los 104 años y el Ayuntamiento de Aldeatejada quiso hacerle un homenaje llevándole un ramo de flores y una placa grabada.

Nacida en Calvarrasa de Arriba vive desde los 16 años en el municipio donde se casó y tuvo a sus dos hijas, Lorenza y María Teresa. Allí también cuidó de dos de sus cuatro nietos y en la misma casa recibe las visitas de sus bisnietos. Viuda desde el año 70, Rosa ha sido mujer de aficiones sencillas, ver la tele, leer revistas y sus labores, sobre todo confeccionar patucos.

Aunque no ha tenido ninguna enfermedad importante —según su familia “sólo los años”— desde el pasado verano la palabras ya no le salen con fluidez. “Sólo toma paracetamol por si le duele algo y una pastilla para dormir”, explican sus allegados.

Su nieto Basilio transmite las anécdotas que su abuela le cuenta cuando está más despierta: “Cuando era joven era mayordoma y el día de las águedas se daban castañas pero parece ser que un año hubo escasez y a ella se le ocurrió que repartieran naranjas”. Sin recetas confesables para lograr tanta longevidad parece que el buen carácter es el secreto de Rosa para superar los 100 años con creces.

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