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Este año es especial para Ana Isabel Blázquez Monzón y su establecimiento, el kiosco de Ana, situado en un lugar estratégico de Peñaranda de Bracamonte. Cumplirá 30 años el próximo 24 de junio, porque abrió en 1995. Su kiosco, tienda de pan, estanco, de productos de la Once y la bollería de los recreos del instituto, se encuentra en la confluencia de la calle el Carmen, Arapiles, el paseo de la Estación y la avenida de Salamanca. Un lugar de paso diario para cientos de personas de Peñaranda, toda la comarca y pueblos limítrofes de la provincia de Ávila.
De ocho a dos y de cinco a nueve abre sus puertas este establecimiento peñarandino en el que «todos los días son distintos», dice Ana Isabel. Está muy satisfecha con su profesión, no lo puede disimular. «Nunca me arrepiento, me encanta mi trabajo, si no ya lo hubiera cambiado», asegura.
«Es más de devanarse la sesera, porque no sólo es vender, aquí tienes que saber psicología, sociología, contabilidad... yo estudié todo eso en Administración de Empresas, quién iba a dar que luego todo se desarrolla en un negocio pequeño», explica.
Ana Isabel es oriunda de Malpartida pero ha pasado la mayor parte de su vida en Peñaranda de Bracamonte; estudió ADE, después fue alumna de una escuela taller de carpintería y trabajó durante año y medio como carpintera. «Que no se me daba mal», puntualiza. «Empecé a trabajar a los 19 años y no he parado», matiza. Después de ser carpintera hizo una sustitución como administrativa en el Ayuntamiento por una baja laboral y de ahí pasó a su kiosco.
El kiosco de Ana Isabel es un lugar muy frecuentado y ella se ha ganado la confianza de todos sus clientes. «Me dejan a sus hijos cuando van de compras y llueve, me dejan a los bebés, y me confían las llaves de sus casas cuando se van de vacaciones, han visto en todos estos años que soy de fiar», anota.
En el kiosco de Ana Isabel Blázquez tienen LA GACETA y también la reparten cada mañana, siempre la han vendido, aunque el reparto lo hacen desde el 2017 en que se jubiló Emilio.
Otro de los productos que no faltan a diario en el kiosco de Ana Isabel Blázquez es el pan que procede de cuatro hornos diferentes. El público pide mucho el de Galiano que se fabrica en Peñaranda de Bracamonte, pero también puede encontrar el de Garcihernández y el de Mirueña de los Infanzones.
Uno de los clientes frecuentes de este establecimiento son los estudiantes del instituto que aprovechan el recreo para acercarse a comprar algo para recargar energías. «Todos los días vienen alumnos del instituto, me quieren, incluso cuando se graduaron me hicieron una mención, me hizo mucha ilusión», dice Ana Isabel Blázquez agradecida.
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