Borrar
José María Moral junto al padre Blas en la «Casa Hungría» que ha construido en los últimos años en Fuenterroble de Salvatierra. TEL
José María, un caminante por senderos peregrinos que hace frente al Parkinson

José María, un caminante por senderos peregrinos que hace frente al Parkinson

Diagnosticado a los 59 años, tiene 70 y ha trabajado a lo largo del último lustro en la construcción de la «Casa Hungría» del albergue de peregrinos de Fuenterroble de Salvatierra. «La actitud es fundamental», señala para hacer frente a la enfermedad

TEL

Fuenterroble de Salvatierra

Jueves, 11 de abril 2024, 22:39

José María Moral tiene 70 años, es natural de Burgos y le diagnosticaron Parkinson a los 59 años. Lejos de venirse abajo, comenzó una aventura a través de los caminos jacobeos de España que sigue hoy en día. En febrero de 2015, ya diagnosticado comenzó su primer camino, el francés, por una promesa relacionada con un hermano: «cuando empecé el primer camino empecé por un hermano; ya estaba diagnosticado, me cogí un preparador personal y empecé a prepararme.

Llegó el momento de decírselo a la familia, mi madre flipaba y mi hijo me dijo que por qué no me iba en primavera, pero soy de Burgos y aguanto mejor el frío y así empezó la historia. El primer camino que hice fue el francés y luego dos más, el portugués desde Oporto y el mozárabe; me tiré 1.500 kilómetros y dos meses andando».

«Cuando lo digo en la asociación, me dijeron que no hacía ni la primera etapa, pero yo me dije que lo tenía que intentar porque había hecho una promesa. Cuando llegué lo hice a una convención que había en Burgos. Vieron que llegaba más fresco que una lechuga y ahí fue cuando me decían que querían ser como yo. Si quieres ser como yo, coge la mochila y vente conmigo a caminar, es una actitud. Para mi es más importante la actitud que la medicación porque si dices que no, por mucha medicación que tomes no te va a hacer nada, la buena actitud con la medicación hace milagros porque la medicación es necesaria y bien suministrada. La actitud es fundamental».

Tras hacer el camino mozárabe en 2016, recaló ya en 2017 en Fuenterroble de Salvatierra, donde mantiene la vinculación, donde se encuentra estos días (marcha mañana para Burgos) y donde ha llevado a cabo importantes iniciativas. La más llamativa, la Casa Hungría, una «casa con ruedas» que comenzó a construir antes de la pandemia después de haber reconstruido un carro con estructura metálica. Una inmensa obra para cuyo remate contó con el apoyo de Roberto, un peregrino brasileño afincado en Luxemburgo que se quedó dos meses con él. «Estoy muy agradecido porque, sin él, no lo hubiera acabado». Pero, sin duda, el gran apoyo para superar los malos momentos de la enfermedad ha sido su hijo Javier: «Para mí, mi hijo es el que me ha dado toda la fuerza. Estaba estudiando en Zaragoza y cuando acabó los estudios y el proyecto de fin de carrera, me lo llevé a comer a un restaurante y se lo dije. Me dijo, no te preocupes, yo estaré contigo apoyándote. Que tu hijo te diga eso, tienes que tirar por donde sea. Mi hijo ha sido mi apoyo y me dije prometo que esto no va a acabar conmigo y que voy a hacer muchas cosas».

José María está muy implicado en cuestiones relacionadas con el Parkinson y le gustaría organizar en un futuro alguna charla, convención o similar sobre la enfermedad con algún neurólogo y la «Casa Hungría» podría ser uno de los lugares donde acoger la iniciativa. Y es que, pese a llevar once años ya con la enfermedad diagnosticada, él intenta hacer la mayor vida normal posible: «mucha gente lo asocia con temblores, yo no los tenía, pero hay más síntomas, como la rigidez. Te cuesta mover las articulaciones, te sientes torpe, te cuesta vestirte. Quizás sean los síntomas más significativos. Luego hay otros, como el habla, cuando ya está más avanzado y por eso necesitas logopeda. Es como una persona normal, que un día tiene dolor de cabeza, pues en esto un día tienes bloqueo y otro no. Yo ahora no puede hacer caminos porque me duelen bastante las piernas, no se si será por la enfermedad», señala José María, que concluye manifestando su intención de seguir su actividad diaria mientras pueda: «yo, mientras sea autónomo, me pueda defender y haga cosas se puede hacer una vida normal. Si no puedo hacer caminos, hago otras cosas, pero se puede hacer una vida normal todavía. Depende mucho de la actitud y yo en casa no me quedo ningún día haga frío o calor».

José María, en el interior de la casa, donde expone una muestra de fotografías de sus años por los caminos peregrinos. TEL
Imagen principal - José María, en el interior de la casa, donde expone una muestra de fotografías de sus años por los caminos peregrinos.

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lagacetadesalamanca José María, un caminante por senderos peregrinos que hace frente al Parkinson

logo

Debido a un error no hemos podido dar de alta tu suscripción.

Por favor, ponte en contacto con Atención al Cliente.

logo

¡Bienvenido a LAGACETADESALAMANCA!

logo

Tu suscripción con Google se ha realizado correctamente, pero ya tenías otra suscripción activa en LAGACETADESALAMANCA.

Déjanos tus datos y nos pondremos en contacto contigo para analizar tu caso

logo

¡Tu suscripción con Google se ha realizado correctamente!

La compra se ha asociado al siguiente email