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Es cosa de familia. La tradición popular y el folklore corren por las venas de José Benito, conocido como “Txebe”. Más allá de su oficio de panadero emprende incansable iniciativas para que la palra, lengua de El Rebollar, sobreviva al paso del tiempo: tradición oral e instrumentos como el pandero cuadrado forman parte de la vida de este vecino inquieto y polifacético que, desde sus múltiples facetas de escritor, investigador e intérprete, difunde incansable su lengua materna y la pone en valor.
“Mi familia siempre ha sido muy amante de las tradiciones”, sostiene José Benito. “Además de hablar la palra y escribir, toco el pandero cuadrado, el tamboril... Todo eso viene de familia. Mi padre toca el pandero y baila, mi abuelo también bailaba... De hecho sale en el vídeo Raíces, sobre Peñaparda, bailando con mi tía. Eso se lleva en la sangre”, explica.
Haber crecido en otras regiones no ha sido impedimento. De hecho, ha sido el desencadenante de su curiosidad insaciable por la palra. “Como le pasa a muchas familias, mis padres emigraron a Madrid. Allí nací y crecí, y sabía palabras que los demás desconocían. De hecho, conservo en algún diccionario de inglés de los típicos, de la marca Vox, una hoja con palabras que iba apuntando”.
Ese pequeño choque cultural despertó unas ganas de saber más que a día de hoy no se han apagado, y José ha dedicado desde entonces su vida a investigar, escribir cuentos e indagar en la etimología.
Como también sucede a quienes hablan una lengua que convive con el español, las palabras se mezclaban. “A veces no sabía otra forma de decir las cosas, y la gente me preguntaba qué había dicho, y tenías que explicarles el término. A raíz de todo esto me dio por investigar, y al final una cosa lleva a la otra. Te pones a escribir poesías, cuentos... y acabas escribiendo un libro”.
No muchos panaderos encuentran al realización personal en la escritura, una afición que a su vez sirve de escaparate para la palra: “He escrito un par de cuentos bilingües leoneses, que se publicaron en León. Me pidieron participar en el segundo tomo y para allá que los mandé”, revela con entusiasmo.
Como las artes siempre van de la mano, la música también es parte de ‘Txebe’, y cómo no podía ser de otra manera, lo es desde la cultura popular. Junto a un idioma en peligro de desaparición, ensalza instrumentos como el pandero cuadrado, propio de la zona. La palra —o parla— también es el idioma natural en el que se comunican otros vecinos de Peñaparda, la mayoría personas mayores. Es por ello que la labor de enseñanza es de vital importancia.
La batalla por salvar la palra nunca llega a su fin. “Siempre se tiene algo entre manos, pero no me gusta decirlo porque luego se gafa. Hay cosas pensadas y a la vista para ir sacando poco a poco. El objetivo, como siempre, es que no se pierda, como ha pasado en Cornualles, con el córnico”, lamenta. “Murieron todos los hablantes, pero como se había documentado la lengua por escrito, y había grabaciones, lo están recuperando. Esperamos que la palra no se pierda del mismo modo, y poder darle así la importancia que se le quitó en el pasado, cuando no se admitía nada más que el castellano. No hay por qué menospreciar y enterrar otras lenguas; pueden convivir”.
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