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Toñi Hernández y su hija Mónica muestran la tanda de pastillas de jabón casero que han hecho durante la cuarentena. TRISOL
Jabones caseros salmantinos para frenar el virus

Jabones caseros salmantinos para frenar el virus

Las antiguas recetas de abuelas y bisabuelas vuelven a salir del cajón para elaborar un producto totalmente artesanal con excelentes propiedades más que demostradas en la higiene personal y del hogar

Lunes, 6 de abril 2020, 13:14

Las antiguas recetas de jabón casero que hacían abuelas y bisabuelas vuelven a salir del cajón en numerosos hogares tras demostrarse que es un gran aliado para frenar el coronavirus y que sus propiedades naturales son mucho menos agresivas en la piel, especialmente en las personas con problemas dermatológicos.

Diversas publicaciones a nivel mundial recogen opiniones de expertos afirmando que en el caso del coronavirus este tipo de jabón es más eficaz ya que ataca directamente la membrana grasa del virus disolviéndola y con ello desactiva su capacidad para acoplarse a las células de nuestro organismo y penetrar en ellas infectándolas.

Todo ello está provocando una auténtica revolución entre los que, por un lado, creían que ese tipo de jabón ya ni existía y por otro, entre los que han seguido manteniendo viva la tradición que aprendieron de sus antepasados y continúan haciendo tandas de jabón casero para lavar a mano e incluso para utilizarlo en las lavadoras.

“Desde pequeña he visto hacer jabón casero en mi casa y yo he seguido con la costumbre porque va fenomenal”

Toñi Hernández, de Macotera, aprendió a hacer jabón casero de su madre y de una vecina, Ludi, con la que siempre compartía esta tarea. “Desde pequeña he visto hacer jabón casero en mi casa y yo he seguido con la costumbre porque la verdad es que va fenomenal”, afirma. De hecho es precisamente en el medio rural donde se mantiene más la práctica de elaborar el jabón de forma artesanal mientras que en las poblaciones más grandes apenas existe.

La gente joven, bien por desconocimiento de la receta y manera de hacerlo o bien por comodidad, optan por comprar directamente los productos de limpieza en las droguerías o en los supermercados. En algunos casos sí tienen alguna pastilla de jabón artesanal en sus casas que normalmente les regalan familiares o conocidos cuando van a los pueblos en verano.

“El año pasado de una de las tandas que hice me quedé sin una pastilla porque lo normal es repartirlas a la familia y amigos”

“El aceite usado es básico en la receta y dependiendo del que vaya teniendo, o si además me da mi madre el que tenga ella, suelo hacer entre dos y tres tandas de jabón al año”, señala Toñi Hernández. Precisamente la última tanda la hizo en la primera semana de la cuarentena, aprovechando también la tarea para combatir el aburrimiento, y con ayuda de su hija Mónica.

“Depende luego del tamaño en el que cortes los trozos, te salen más pastillas o menos, pero de cada elaboración suele cundir bastante”, añade. Esa primera tanda de la cuarentena está ahora en pleno proceso de ir expulsando el agua que también se añade en la receta y de irse secando. ”Lo ideal es poner los trozos sobre cartones para que vayan soltando el agua. Ahora aprovecho el día que bajo por ejemplo a hacer la compra grande para varios días y pido cartones en el supermercado para irlos cambiando”, comenta Toñi.

“Hay gente que lo usa hasta en la lavadora automática. Se ralla un trozo, se diluye en agua y se echa a la máquina”

Las pastillas de jabón estarán listas para su uso en el mes de junio, una vez secas y finalizado el mencionado proceso que debe seguirse. “El año pasado una de las tandas de jabón que hice la verdad es que me quedé sin una sola pastilla porque lo normal es irlas repartiendo entre la familia, los amigos y otra gente que saben que sueles hacerlo y te lo piden”, añade.

Toñi no duda tampoco en ensalzar las maravillas del producto que sale de sus propias manos: “Yo uso este jabón para todo, desde fregar la vajilla a diario hasta la ropa, para lavar las zapatillas de deporte cuando las traemos llenas de barro de las competiciones, para lavarnos las manos y lo que haga falta, es una auténtica maravilla”. Toñi conoce incluso gente que lo usa en la lavadora automática: “se ralla el trozo de jabón y se diluye en agua y eso se echa directamente a la lavadora y la ropa queda fenomenal”.

Casero, económico, efectivo y útil contra el coronavirus son tan sólo algunas de las ventajas que ofrece el jabón casero, ahora más de moda que nunca.

Reciclando aceite usado y sin usar ningún envase de plástico

La elaboración del jabón casero tiene, también, un claro componente de respeto al medio ambiente ya que uno de los ingredientes básicos en su elaboración es el aceite usado. “El aceite usado que prácticamente todo el mundo genera en sus casas tiene así un doble uso”, explica Toñi Hernández.

En el mejor de los casos ese aceite acabará en los contenedores específicos que hay en numerosos pueblos salmantinos pero en otras ocasiones es frecuente que acabe arrojado por el fregadero o el wc en una práctica dañina para los propios desagües y después para el proceso de depuración. “Hacer tu propio jabón y usarlo para fregar la vajilla, para la lavadora, para lavar también a mano e incluso para la higiene personal supone, también, que reduces en casa buena parte de los productos que compras envasados en plástico como los detergentes, jabones de manos o geles, entre otros”, añade Toñi.

Las reconocidas propiedades del jabón casero hace que se vea, incluso, en las consultas del personal sanitario y su eficacia en el lavado de algunas heridas está, también, más que demostrada.

Algunos optan, además, por echar algún tipo de aceite esencial que aporte a las pastillas de jabón su aroma favorito

“Conozco personas con problemas de piel que se agravan con el uso de determinados geles y con el jabón casero pasa todo lo contrario, que les va fenomenal”, comenta Toñi Hernández.

En estos días en los que precisamente lo que sobra a casi todo el mundo es el tiempo, son muchos los que están aprovechando algún rato para hacer una de estas tandas de jabón artesanal que nunca viene mal y que incluso será un regalo muy demandado entre los que están más cerca cuando acabe la cuarentena.

Algunos optan, además, por echarles algún tipo de aceite esencial que les aporte su aroma favorito en un producto casero y, además, personalizado.

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