Iceta pasa olímpicamente de los problemas de la muralla de Ciudad Rodrigo

El pasotismo del ministro de Cultura, Miquel Iceta, ante los problemas que presenta la Muralla de Ciudad Rodrigo, incluido el desprendimiento que se registró el pasado martes en una parte del lienzo, es manifiesto y contrasta con la preocupación mostrada por el Gobierno portugués con un caso similar ocurrido en Valença.

Tan solo un día antes de la caída de una parte del lienzo interior de la Muralla mirobrigense, declarado BIC, el bastión defensivo de la localidad portuguesa sufría el derrumbe de una zona de los muros del foso provocado por las intensas lluvias registradas durante el fin de año.

Mientras el Ministerio de Cultura español y su máximo representante, Iceta, obviaban lo que está ocurriendo con la Muralla de Ciudad Rodrigo, al otro lado de La Raya, la ministra portuguesa de Cohesión, Ana Abrunhosa, se desplazó hasta la localidad para conocer de primera mano lo ocurrido y buscar soluciones.

Por su parte, el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, desde el que su alcalde, Marcos Iglesias, había advertido mediante escrito oficial al Ministerio de Cultura el peligro de desprendimiento del lienzo de la Muralla en la zona de la plaza de Herrasti, como así ha ocurrido, recibió tan solo una llamada telefónica en la que se le anuncia que “a lo largo de la próxima semana técnicos del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) se pondrán en contacto para concretar una fecha para la visita y evaluación de los daños”.

Dos posturas claramente opuestas sobre las competencias en la conservación de unos bastiones defensivos, Valença y Ciudad Rodrigo, que forman parte de la candidatura a Patrimonio Mundial impulsada por Portugal para las fortificaciones de frontera en la que se quiere incluir a Miróbriga.

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