Saben hacer de todo, están disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana, son conocidos por todos los vecinos y están en contacto directo con el alcalde y concejales de la localidad. Son los alguaciles, figuras imprescindibles en cualquier localidad. Su papel es esencial. Son las personas que se encargan de que todo el engranaje para que un pueblo esté en funcionamiento. Gracias a ellos llega el agua a cada domicilio y funcionan los desagües y depuradoras.
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«Día sí y día también suelo hacer algo», confiesa Galo Bautista Hidalgo, alguacil de Macotera desde el año 2021. Precisamente en esta localidad las averías en el circuito de tuberías de agua potable son frecuentes porque es un sistema muy anticuado. Poco a poco lo van sustituyendo pero falta mucho porque es un casco urbano muy grande. Este alguacil también se ocupa de que funcione correctamente el sistema del tratamiento de agua, que estén bien los niveles de cloro y otros que tienen que controlar para que el agua sea potable. En su caso, vivió un episodio bastante complicado cuando se rompió la tubería general. «Tuve que estar catorce horas seguidas, desde las cuatro de la mañana hasta las cinco de la tarde, en que pudimos solucionar el problema», recuerda.
El papel tradicional del alguacil que visita los domicilios recogiendo los datos del consumo del agua y que se encarga de entregar comunicados a los concejales y a los vecinos es una mínima parte de su trabajo.
Raúl Pinto, de El Campo de Peñaranda;Pedro González, de Villar de Gallimazo, y Galo Bautista, de Macotera, son tres ejemplos de los profesionales todoterreno que en cada pueblo tienen las llaves de cada espacio municipal y se conocen los secretos que hacen que funcionen a diario los servicios esenciales y que en días especiales como las fiestas nada falle para el disfrute de todos.
Raúl Pinto: «Sobre todo recurren a nosotros los mayores»
¿Cuál es el papel de un alguacil?
—Hoy en día es esencial. Además hoy en los pueblos hay depuradoras, depósitos del agua con sistemas de presión y filtrado y siempre tiene que haber alguien disponible para cualquier imprevisto.
¿Se valora su trabajo?
— Sí se valora, sobre todo la gente mayor. Por ejemplo, cuando el temporal Filomena tuvimos que ir a descongelar contadores porque se quedaron sin agua. También estuvimos pendientes de limpiarles la puerta para que pudieran salir.
Cuéntenos, ¿cómo ha sido hoy su jornada?
— Hoy cortaba Iberdrola la luz. Antes hemos ido a llenar el depósito de agua de forma manual para que los vecinos no se quedasen sin suministro. Tuvimos que ir a un domicilio particular con el generador para que un vecino con movilidad reducida pudiera bajar las escaleras de su domicilio. Después he llevado unos palets a otro vecino que va a construir unos bancos para la feria de abril. Ahora estamos colocando unos adoquines en el cementerio. Ahora vamos a atender otra necesidad en el aula de las escuelas.
Pedro González: «Un día por semana atiendo el bar social»
¿Los alguaciles tienen que saber hacer de todo?
—Hago de todo, podar, barrer, cortar setos, segar césped, picar averías, mirar los contadores del agua, estar pendientes del depósito y entre otras cosas, atiendo el bar social un día por semana.
¿Qué horario de trabajo tiene?
—En invierno tenemos jornada partida de mañana y tarde y en verano jornada intensiva. Tengo que estar disponible las 24 horas por si se avería el agua o se va la luz. También por si te llaman porque no funciona la báscula.
¿Qué es lo más difícil?
—Lo que más miedo me da es subirme al depósito del agua porque es escalera de caracol y luego subes 20 pasos en vertical. Mirar hacia abajo impresiona.
¿Qué tal le han tratado los alcaldes, mandan mucho?
—He estado con varios alcaldes y con todos bien.
¿Le gusta este trabajo?
—Si no me gustara no estaría, además tenemos muy buen ambiente en el pueblo.
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