Alba de Tormes
Lunes, 20 de enero 2025, 10:52
La céntrica Travesía de las Benitas en la villa ducal es el corazón comercial del municipio, además de un punto de la localidad lleno de vida e historia desde hace siglos. Desde hace 39 años, acoge el punto de venta que regenta José Luis Mesonero.
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«Tenía 19 años y en la familia había disponible un local. Emprender un negocio fue una idea propia. Me di cuenta de que en esta zona había muchos bares, un colegio, un instituto y mucha gente que pasaba por aquí a diario. No lo dudé, y aquí sigo a punto de cumplir cuarenta años vendiendo prensa y libros, entre otras muchas cosas», matiza, «soy parte del día a día del barrio y puedo decir orgulloso que ahora atiendo a los nietos de los primeros clientes que tuve».
A su local acudía a comprar la prensa uno de los personajes más famosos internacionalmente que ha pasado por Alba, el señor Wences, ventrílocuo de gran éxito y popularidad durante décadas en Estados Unidos, con decenas de programas en la televisión y galas en Las Vegas, además de tío del popularísimo productor y artista José Luis Moreno.
«El señor Wences venía a Alba de Tormes a pasar los veranos y se quedaba en el hotel que había entonces en esta calle y que ahora es una residencia de mayores. Acudía cada día a comprar la prensa y, de vez en cuando, algún libro. Era una persona muy amable», recuerda José Luis Mesonero.
De su trabajo diario apunta que «tengo muchos compradores que vienen a diario al punto de venta. Muchos de ellos son hosteleros y se nota la fidelidad, tanto a nuestro local, como al producto de prensa que se llevan. El horario en el que más demanda he notado va desde primera hora de la mañana hasta las diez y media o las once. En este periodo se hacen la mitad de las ventas del día».
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Acerca del futuro apunta que le gustaría «que el local siguiera abierto y que no se perdiese. Para mí es casi como ofrecer un servicio público a los clientes».
Recalca también, que el punto de venta «es casi como mi casa, por la cantidad de horas que paso aquí. Muchos clientes también comparten conmigo un ratito de charla diaria y eso lleva también a que me pidan recomendaciones, por ejemplo cuando buscan un libro, que siguen adquiriendo aquí, en lugar de hacerlo en las plataformas de Internet. Haber atendido a niños albenses, que luego han sido oftalmólogos y grandes cirujanos, es un orgullo».
Contar con un local abierto al público durante casi cuatro décadas también le ha aportado algún sinsabor. «Recuerdo el disgusto de una mañana cuando al llegar me di cuenta de que me habían robado esa noche. Habían entrado y se llevaron el cajón de la caja registradora con las monedas el cambio, pero no robaron ni un triste libro», relata el responsable del punto de venta.
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