El Gobierno desoye las demandas de los usuarios de autobús a Madrid cinco años después

Esta semana se cumple un año desde que la empresa de autobuses Jiménez Dorado asumió la concesión del transporte por carretera desde las zonas de Béjar, Guijuelo y Linares de Riofrío a Madrid. Un año que usuarios y alcaldes consideran perdido porque la empresa ha seguido los pasos de su antecesora Monbus, dejando a los usuarios en la estacada de forma frecuente, incumpliendo horarios, rutas e incluso servicios comprometidos a la demanda.

Desde los Ayuntamientos afectados se reclama al Gobierno central, responsable de las líneas nacionales de autobús, que tome cartas en el asunto porque el servicio a Madrid desde el sureste de la provincia cambió a peor el 28 de agosto de 2018 cuando comenzó un nuevo contrato. Hasta entonces, en días laborables, los usuarios podían viajar tres veces al día a Madrid y volver sin problema. El autobús pasaba y paraba, pero con el cambio de empresa, los viajes se redujeron y en las líneas que afectan a los pueblos de la línea Linares-Guijuelo y la zona de Santibáñez-Puente del Congosto se les obliga a llamar con anticipo para reserva plaza y no se les garantiza el traslado (no se incluye en el pliego el servicio a la demanda). Y es que han sido varios los testimonios de usuarios que señalan cómo una vez que el autobús llega a Piedrahita (Ávila) procedente de Madrid, se monta a los viajeros en un taxi o un minibús que les lleva a hacer un recorrido por diferentes pueblos en lugar de seguir el recorrido habitual con lo que el tiempo de viaje se prolonga más de lo habitual.

El Gobierno tampoco ha dado respuesta cinco años después a los vecinos de cuatro pueblos del entorno de Béjar (Puerto de Béjar, Cantagallo, Vallejera de Riofrío y Sorihuela) que carecen de parada.

Los alcaldes de la zona están molestos y han manifestado de nuevo sus reivindicaciones al respecto. Así, Roberto Muñoz, de Santibáñez de Béjar, señala: «queremos que devuelvan lo que teníamos. A la gente la llevan a Béjar para poder coger el autobús. Es una auténtica vergüenza ver pasar autobuses que no paran . Nos han condenado». Por su lado, Ángel mesón, alcalde de Cespedosa de Tormes, señala que «la situación sigue igual. Está la compra anticipada del billete por la página web o el teléfono. Algunos viajeros han comentado que los traen con un taxi o un microbús desde Piedrahíta o desde El Barco de Ávila». En la misma línea, Alfonso Hernández, de Puente del Congosto, indica que «hay que llamar dos días antes, te dejan en Piedrahíta y te van repartiendo por los pueblos en un minibús o un taxi. La gente del pueblo se va a El Barco, porque es donde sale Cevesa con mejores horarios. Estamos dejados de la mano de Dios».

Responsables del PSOE de Salamanca viajaban a Madrid a finales del mes de octubre de 2023 para «defender el transporte público por carretera en la provincia» y se centraban fundamentalmente en los problemas que sufre el sureste de la provincia con el recorte drástico del servicio. Lo hacían cinco años después de que comenzaran las reivindicaciones en las localidades afectadas por esta situación tanto en la provincia de Ávila como la de Salamanca. Y es que, según recuerdan algunos alcaldes, «llevamos luchando desde agosto de 2018 y el Ministerio de Transportes no nos ha hecho ni caso». Se recogieron miles de firmas en el Alto Tormes y en Ávila que se entregaron en la Subdelegación del Gobierno en Ávila (más de 5.000 sólo en una entrega). También se celebraron concentraciones y manifestaciones en agosto de 2018, Semana Santa de 2019 y agosto de 2021, pero el resultado fue el mismo.

Los diputados abulenses y salmantinos del PP en el Congreso también presentaron preguntas y mociones: en agosto de 2019, José Antonio Bermúdez de Castro y María Jesús Moro registraban una pregunta para que el Ministerio contestara sobre la supresión de servicios en pueblos de Salamanca. Un mes después presentaban una Proposición no de ley para que esos mismos pueblos recuperaran las paradas y en julio de 2020 se interesaban también por un problema similar que comenzaron a sufrir pueblos de la Sierra de Francia con Salamanca capital.

La respuesta ha sido siempre la misma y el problema sigue latente. De hecho, en la estación de autobuses de Béjar todas las empresas que operan desde allí tienen sus horarios visibles, salvo Jiménez Dorado, que es la responsable de la línea a Madrid.

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