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La XI edición de la Matanza Popular de El Villar de Gallimazo ha comenzado con ritmo ligero para permitir el disfrute de las carnes durante la misma jornada. Manuel Redondo se ha encargado de extraer las diferentes partes del cerdo, después de que en primer lugar se quemaran los pelos y raspara el cochino al modo tradicional. Ha hecho el despiece del cerdo para poder aprovechar los jamones, paletas y otra serie de piezas en el guiso con patatas que compondría el menú principal de la comida de la tarde. “Los lomos, el espinazo y algunas piezas más se sortean entre los participantes”, explicó el propio matachín, Manuel Redondo.
La fiesta del mondongo de El Villar de Gallimazo es de las primeras que se hacían en la comarca de Peñaranda de Bracamonte. Quizá sea porque en esta zona se continúa sabiendo mucho de estas destrezas, dado que existe un matadero, que por ejemplo en esta celebración participa aportando las chichas que se degustaron al mediodía con huevos fritos. No obstante, este tipo de fiestas no serían posibles sin la colaboración vecinal.
En esta fiesta goza de protagonismo el Ayuntamiento de El Villar de Gallimazo y la asociación cultural ‘La Corraliza’, que mueven los hilos para que se pueda seguir organizando, convirtiendo la jornada en un divertido encuentro desde primera hora de la mañana hasta la tarde. Como suele ser habitual en estos festejos, no ha faltado la animación musical, en este caso ha sido el grupo dulzainero ‘Alborada’, de Peñaranda de Bracamonte, el encargado en animar con sones charros y jotas castellanas una fiesta que promete continuidad en el tiempo.
Toda la provincia se vuelca con las matanzas típicas del cerdo, y a El Villar de Gallimazo se suman Guijuelo y Mancera de abajo.
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