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Raul Montero debutó de manera triunfal con picadores en la novillada que abrió los festejos serios del Carnaval del Toro marcada por el excelente juego de los cuatro novillos de Montalvo y también por el reiterado fallo a espadas de los novilleros. Pérez Pinto estuvo templado, técnico e inteligente con un bondadoso y flojo utrero; a Antonio Grande, asentado y arrebatado, le pudieron las ganas y ansiedad en busca del triunfo; y Diosleguarde apareció en su versión más reposada. A los tres le frenó la espada para unirse al triunfo que saboreó el último que llegó, el debutante Raul Montero.
Novillos de Montalvo (Juan Ignacio Pérez Tabernero), de gran juego. Bondadoso y flojo el colorado 1º; bravo y noble el 2º; bueno el castaño 3º; y nobilísimo el 4º.
Juan Antonio Pérez Pinto, oreja tras aviso.
Antonio Grande, silencio tras aviso.
Manuel Diosleguarde, oreja.
Raúl Montero (debutó con picadores), dos orejas y salida a hombros.
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