El topónimo de esta localidad salmantina es un mote vinculado al agua

El origen como localidad se remonta a la Edad Media, concretamente a la repoblación efectuada por el rey de León Fernando II en el siglo XII, cuando quedó encuadrada en el alfoz de Ledesma. En cuanto a su etimología, ni el estudioso salmantino Antonio Llorente Maldonado ofrece un origen concreto y se limita a señalar que “entra dentro de los topónimos que, por su aspecto morfológico y sus características fonéticas, parecen ser prerromanos”. Incluso hay historiadores que vinculan el origen de Brincones con el apellido de una familia, posiblemente abulense, ya que es en esta provincia donde resulta más común dicho apellido.

El estudioso de la toponimia salmantina y profesor de la Universidad de Sevilla, Pascual Riesco Chueca, rechaza dicha teoría por entender que “el nombre es demasiado antiguo para que sea un apellido”. Por este motivo, este investigador está convencido de que el término Brincones tiene que ver con un artefacto hidráulico. Es decir, “como un mote que le pusieron a los molinos con los que contaba ese asentamiento; y es que los molinos han llegado a tener nombres muy pintorescos, pues según el comportamiento del molino al paso del agua se le ponía un nombre u otro. Aun así, no es fácil encontrar una explicación clara”, reconoce Riesco Chueca.