El sueño de crear un geoparque en Salamanca, un poco más cerca

La Diputación provincial de Salamanca, a través del área de Turismo que encabeza Francisco Javier García Hidalgo, está impulsando la creación y reconocimiento de gran parte de la provincia como Ggeoparque por parte de la Unesco, “una solicitud que realizaremos el próximo año”, destacó ayer el diputado delegado.

El nuevo geoparque, que sería el segundo de Castilla y León y el décimo sexto de España, abarcaría prácticamente todo el Oeste provincial, extendiéndose por las comarcas de Las Arribes, Ciudad Rodrigo, Sierra de Francia, Sierra de Béjar y el territorio de Entresierras, recibiendo el reconocimiento los términos municipales de más de un centenar de localidades.

“Es un trabajo preparatorio para la solicitud a la Unesco que está bastante avanzado y que se culminará mediante la colaboración institucional entre la Diputación provincial y la Universidad de Salamanca”, señaló García Hidalgo.

Esta colaboración se realizará sobre la base de un convenio a suscribir próximamente entre la administración provincial y la Universidad, “para que los técnicos de la Diputación y los investigadores y profesores del centro universitario trabajen en la redacción del estudio con el que avalar ante la Unesco el reconocimiento de gran parte de Salamanca como un Geoparque”, aseguró el diputado de Turismo

En este sentido, Francisco Javier García Hidalgo, puso de relieve “el gran patrimonio natural y recursos bien conservados, protegidos y promocionados con los que cuenta la provincia en materia de geoturismo, como son los dos parques naturales, la Reserva de la Biosfera, los territorios de las dos rutas del vino reconocidas, Arribes y Sierra de Francia o los fósiles de Monsagro”.

Finalmente, el diputado de Turismo reconoció que “aun es pronto para fijar el nombre que, de ser reconocido por la Unesco, llevará el geoparque de la provincia de Salamanca”.

La Unesco tiene reconocidos actualmente en España 15 geoparques mundiales, uno de ellos en Castilla y León, el de “Las Loras”, en Palencia y Burgos, declarado en 2017. Además están los de “Cabo de Gata-Níjar” (Almería, 2006), “Sierras Subbéticas” (Córdoba, 2006), “Sobrarbe” (Huesca, 2010), “Costa Vasca” (Guipúzcoa, 2010), “Sierra Norte de Sevilla” (Sevilla, 2011), “Villuercas Ibores Jara” (Cáceres, 2015), “Cataluña Central” (Cataluña, 2015), “Molina Alto-Tajo” (Guadalajara, 2015), “El Hierro” (Canarias, 2015), “Lanzarote y Archipiélago Chinijo” (Canarias, 2015), “Orígens” (Lérida, 2018), “Montañas do Courel” (Lugo, 2019), “Maestrazgo” (Teruel, 2020) y “Granada” (2020).

La declaración de un Geoparque se basa en tres principios básicos, la existencia de un patrimonio geológico que sirva de protagonista y eje conductor; la puesta en marcha de iniciativas de geoconservación y divulgación y favorecer el desarrollo socioeconómico y cultural a escala local.

La declaración de Geoparque debe llevar aparejada un proyecto de desarrollo basado en su promoción turística, con unos objetivos económicos y de desarrollo claros.

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