El seminario de Linares estrena nueva imagen

El viejo seminario de Linares de Riofrío, destinado ahora a Centro de Educación Obligatoria (CEO), tiene un enorme potencial de futuro ya que solo se utiliza en parte y podría servir como sede educativa a la vez que escenario de otras iniciativas de uso público. Para ello, necesita un lavado de cara y es lo que ha comenzado a llevarse a cabo este mes de marzo. Al menos, con la intención de alcanzar hasta donde se pueda en ese impulso a este edificio que, a lo largo de su historia, ha sido escenario de diferentes actividades e iniciativas.

Como recuerda el anterior alcalde de la localidad, Ignacio Polo, el edificio fue concebido como un espacio de retiro estival del Obispado de Salamanca, pero el incendio de Calatrava en febrero de 1960 obligó a trasladar parte de la actividad a Linares, convirtiendo el edificio en seminario menor. “A los alumnos de latín, que se prolongaba durante cinco años, los mandaron para aquí. Así estuvo bastante tiempo hasta que regresó esa formación a Salamanca y lo compraron las monjas”, recuerda. Y es que, tras la marcha de los seminaristas, se puso en marcha el colegio de Nuestra Señora del Rosario. En concreto, en 1968 pasó a manos de la Comunidad de Religiosas Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús con unas 200 plazas y se mantuvo abierto hasta los años ochenta.

En aquel momento, pasó de internado de monjas a un centro de Primaria y de FP que, como recuerda Polo, atraía a estudiantes de toda la provincia de Salamanca. Se perdió la FP, pero con el traspaso de las competencias educativas a las comunidades autónomas se consiguió mantener en ese inmenso centro, con más de 5.400 metros construidos, como espacio para albergar la educación obligatoria de todos los niños de Linares y su entorno de modo que ahora solo han de salir de allí para cursar los dos años de Bachillerato.

El Ayuntamiento se hace cargo del edificio y su mantenimiento, así como de la calefacción, que se lleva bastante presupuesto para calentar las aulas donde se encuentran los escolares. Como primer paso para darle una nueva vista, se ha llevado a cabo la puesta en marcha de una acción formativa financiada por la Junta de Castilla y León que se dedicarán a picar los muros del seminario para revestirlos de mortero y pintarlos posteriormente. “La obra va a transformar el edificio con estas intervenciones que han comenzado en el patio central para concluir en agosto con la fachada principal”, explica Isidoro Sánchez, responsable del taller.

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