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Martes, 14 de abril 2020, 11:23
Agallas un pequeño municipio de la comarca mirobrigense, se está convirtiendo en un ejemplo de tesón en la lucha contra el coronavirus por parte de su Ayuntamiento que, además de cerrar a cal y canto el pueblo, ha configurado la residencia municipal de personas mayores como un bastión inexpugnable. Con menos de 200 habitantes, Agallas, con su alcalde Urbano Chamorro a la cabeza, es ejemplo de una actitud firme y sólida contra la propagación del COVID-19. Sus medidas abarcan desde la puesta a disposición de casas hasta el acondicionamiento de una zona para aislamiento.
Así, la residencia ha habilitado el gimnasio adyacente como zona de aislamiento. Provisto de dos camas y lo necesario para ser habitable y cubrir las necesidades básicas, el espacio está preparado para una reacción a tiempo en caso de contagio de algún residente, una medida que podría impedir la propagación en cadena de las 19 personas que viven allí. “Es lo que más nos preocupa, y si pasara algo, desde luego podemos estar tranquilos de que estamos haciendo todo lo posible para estar seguros”, puntualiza.
Los trabajadores de la residencia, procedentes de Ciudad Rodrigo y La Atalaya, hacen uso de varias casas de titularidad municipal para reducir al mínimo el contacto con el exterior, de manera que solo viajan a sus hogares los días de descanso. Las viviendas se han abierto, acondicionado y provisto de alimentos especialmente para ellos y de forma gratuita.
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