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Martes, 30 de marzo 2021, 11:34
El regreso anual de la cigüeña a Rágama para su época de cría sigue dando mucho que hablar en el pueblo a raíz de su particular “venganza” por no poder anidar en la torre de la iglesia parroquial del Salvador, actualmente en obras.
Sin poder construir su nido en el emplazamiento habitual de la torre parroquial, la cigüeña optó por llevarlo a una de las torretas eléctricas que llevan el suministro al pueblo y comenzaron los quebraderos de cabeza por los continuos cortes de luz que provocaba el ave y que se prolongaron más de un mes.
A comienzos del mes de marzo, el alcalde ragameño, José Luis Moyano, explicaba que “llevamos un mes, desde que empezaron las obras de la torre, que todas las semanas un día o dos pasamos la mañana sin luz. La cigüeña se ha quedado sin nido en la torre y ahora busca otros lugares, que son las torretas eléctricas, y se producen las averías”, explicaba el regidor.
Los cortes en el suministro eléctrico afectaban especialmente a algunos vecinos que teletrabajan desde el pueblo y a negocios como el taller que tenían que interrumpir su actividad hasta que se reparaba la avería y se restablecía dicho suministro. En el día a día de los hogares aparatos como frigoríficos, vitrocerámicas, aspiradores, y hasta la propia televisión pasaban horas también sin poder utilizarse hasta que volvía la luz a las casas.
La “venganza” de la cigüeña de Rágama, a raíz de los continuos avisos de averías a la empresa suministradora de energía, pasó a tener sus días contados con la aparición en el pueblo de varias brigadas de operarios para colocar unas protecciones en los tendidos y evitar, precisamente, que la acción de las aves desembocara en más cortes de luz. El propio alcalde recordaba, además, en esas fechas que “el año pasado colocamos varios nidos artificiales en la zona de los Lavajares para que las cigüeñas pudieran anidar allí, y el peso de los nidos no causara más daños en la torre, pero no han dado resultado y los han dejado vacíos”, añadió Moyano.
Parece que no hay dos sin tres para la cigüeña y tras no poder instalar su hogar temporal en la torre y tampoco gustarle las protecciones colocadas en el tendido eléctrico, ha decidido probar suerte de nuevo en otro lugar emblemático del pueblo como es el depósito del agua.
En lo más alto de la infraestructura hidráulica, el ave ha acabado finalmente haciendo su nido confiando como dice el refrán popular en que “a la tercera, va la vencida”. Se da, además, la curiosidad de que desde el nuevo emplazamiento, la cigüeña tiene privilegiadas vistas a la torre de la iglesia por un lado, y a la torreta eléctrica, por otro aunque, por ahora, parece dispuesta a quedarse en el depósito del agua para tranquilidad de los ragameños.
“Parece que tenemos final feliz y que, al menos, no tendremos más cortes de luz después de que haya decidido anidar en el depósito del agua”, reconoció el alcalde del municipio.
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