El fin de las restricciones en la hostelería de Peñaranda y Alba deja alivio en los hosteleros

Alba de Tormes y Peñaranda de Bracamonte, las dos únicas localidades de la provincia con el interior de la hostelería cerrado, podrán volver a recibir clientes dentro de los establecimientos tras el levantamiento de las medidas de carácter excepcional decretado por la Junta de Castilla y León.

En el caso de la localidad albense este viernes se cumplirían diez días - tuvieron que echar el cierre el pasado día 11- en los que solo han podido recibir clientes en las terrazas. Esto ha supuesto un gran alivio para los hosteleros de la villa que, tras conocer la noticia, comenzaban a recibir reservas de cara al fin de semana. “Estamos muy contentos de poder retomar la actividad total”, apunta Cristian Ojeda, hostelero del municipio.

En la localidad peñarandina, el sector hostelero también recibió con alivio el levantamiento de la restricción a punto de cumplirse ya dos semanas desde el cierre del interior de los bares por superar los 150 casos por cada 100.000 habitantes. La llegada del buen tiempo y la proximidad de las primeras comuniones, que darán comienzo en Peñaranda el 5 de junio, son dos factores que se quieren aprovechar con los establecimientos abiertos tanto en el interior como en las terrazas y de este modo será posible para alivio del sector.

La hostelería peñarandina, uno de los sectores económicos más relevantes en la localidad, espera también dejar de ser “cabeza de turco” con respecto a los cierres cuando sube la incidencia covid y empezar a levantar cabeza tras un año absolutamente nefasto por la pandemia.

A corto plazo los hosteleros de la localidad tendrán que negociar, también, con el Ayuntamiento si se prorroga hasta final de año la supresión de la tasa de terrazas aprobada para el primer semestre del año como una medida de apoyo a las graves consecuencias económicas que ha supuesto el covid para bares y restaurantes.

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