El encanto de las artes circenses cautivan en Ciudad Rodrigo

Quién no ha soñado con volar como un pájaro. Los niños de Ciudad Rodrigo pudieron experimentar esta mañana de miércoles desde un rol pasivo, como público, y también en sus propias carnes, las sensaciones de estar suspendidos en el aire, ya sea flotando sobre un columpio de telas, cintas que caen desde los cielos, o con una soga insondable.

Cariocas, mazas, equilibrios con monopatín, y estructuras acrobáticas atrajeron a los niños asistentes al Divierteatro, que disfrutaron de una gran variedad de espectáculos, entre ellos, los pases de Nuevo Fielato, una compañía de circo vallisoletana que mostró distintos números de acrobacias, fascinando a cada uno de los grupos que presenciaron el show, y arrancando aplausos en los momentos de mayor tensión.

También las funciones más divergentes tuvieron su espacio en el Divierteatro de ayer, que contó con la asistencia de Plasticonírica, una compañía brasileña que, mediante un tipo de teatro conocido como “lambé lambé”, muestra, de forma individual a cada niño, en pases de apenas tres minutos, una breve historia contenida en una caja, a modo de realidad virtual artesanal, combinando sonido para una experiencia envolvente.

Después de dos años de pandemia en los que el Divierteatro limitó la experiencia habitual, este emblema de la Feria de Teatro de Castilla y León regresó con más fuerzas y ganas que nunca, inaugurando el 25 aniversario con un divertido pasacalles en el que niños y monitores tomaron parte animando las calles del centro de Ciudad Rodrigo hasta llegar a la plazuela del Buen Alcalde, epicentro del evento, y espacio en el que durante los próximos días los niños mirobrigenses descubren su gusto por el teatro, recorren otros mundos y salen, 75 minutos después, con un arcoiris pintado en el rostro, además de una amplia sonrisa de ilusión.

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