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Lunes, 11 de abril 2022, 15:02
Resulta fácil desdeñar el habla de localidades remotas, y confundir un tesoro ignoto con lo que en realidad es un valioso dialecto. “La palra”, también conocida como “parla”, que es un término más afrancesado de hecho, similar al “parlé”, cuya traducción es la misma —el habla—, nace en la comarca de El Rebollar, en la que antaño la migración a Francia fue un ‘boom’.
Al no existir la imposición del castellano, este dialecto ha sobrevivido fuera, y las más de mil personas que lo hablan están, de hecho, repartidas fuera de España y por distintas regiones del país. José Benito Mateos, que se define como un defensor a ultranza de “la palra”, ha estudiado a fondo lo que erróneamente se puede confundir con un “hablar mal” o “hablar cerrado”, y que rebosa una gran riqueza de vocabulario, con términos que carecen de un homólogo en castellano.
“Es una variedad de leonés oriental”, cuenta José Benito, quien también defiende el folklore de la zona desde su faceta de tamborilero. “Menéndez Vidal lo dividió en tres franjas diferenciadas: el central, que se habla en Asturias; el occidental, que se habla en el occidente de Asturias, de León o Zamora; y el oriental, en el oriente de Asturias, Cantabria, León, Zamora y Salamanca, y que pasaría por Extremadura llegando a Andalucía. El de El Rebollar, o como ellos dirían, “El Rebollal”, se enmarca dentro de este último”, explica.
Aunque naturalmente existen peculiaridades, este vecino de Peñaparda, una de las localidades enclavadas en esta comarca junto a El Payo, Robleda, Navasfrías y Villasrubias, asegura que mucha gente de otras zonas de España al ver letreros escritos en “la palra d’El Rebollal”, exclama: “¡en mi pueblo se dice igual!”. No hay acciones actualmente encaminadas a inculcar este dialecto, pero en Robleda los nombres de las calles están tanto en castellano como en “la palra”, igual que los paneles de las rutas senderistas. Y es que, como dice José Benito, “palramos asina”: hablamos así.
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