El cumpleaños más emotivo de la fundación volcada en la recuperación del Tormes

Convirtieron un terreno degradado, una cantera explotada y olvidada en una zona de bosque de ribera, donde la naturaleza ha recuperado su espacio convirtiendo en un vergel un espacio de 30 hectáreas.

La Fundación Tormes EB cumple 20 años de trabajo apostando por la formación en medio ambiente, la biodiversidad y la recuperación de espacios naturales degradados. Un aniversario que han podido celebrar pese al covid, manteniendo la distancia y al aire libre, disfrutando de ese entorno natural tan especial que han creado en la ribera del Cañedo.

Una celebración en la que no faltaron los amigos y voluntarios, las empresas y entidades que han colaborado en estos años con la Fundación.

No faltó a la cita con amigos el director de la Casa Lis, Pedro Pérez Castro, Carmen Herrera del Centro Comercial El Tormes, el ex diputado Alfredo Martín o la artista, cuyas grandes obras llenan la ribera o la Isla del Soto, Coral Corona que lleva años colaborando con la Fundación. También estuvieron presentes alcaldes de la zona como el de Almenara, Gonzalo García, Patricia Martín de Ledesma, Fernando Rubio de Juzbado o Alberto Torres de San Pedro del Valle.

Los voluntarios, muchos de ellos ya unos más de esta gran familia, también estuvieron presentes. Es el caso de Ana Carlos y Alma Labajo, que llevan años participando en las actividades que organizan de recuperación del entorno y que no quisieron perderse el aniversario.

Unas actividades que, como reconoció el presidente de la Fundación, Francisco Espinosa, comenzaron con un espíritu formativo para la educación de escolares en medio ambiente. Más tarde fueron ampliando sus proyectos y su territorio de trabajo apostando por la biodiversidad, por la recuperación de espacios degradado en todo el país como habían hecho con la cantera en Almenara de Tormes. De hecho la Fundación, trabaja en 10 comunidades autónomas y “seguimos creciendo” como aseguró su presidente.

Un emocionado Raúl Tapia, acompañado de su hermano Carlos, artífices del proyecto, dio las gracias por estos años de proyecto y contó cómo la vida le ha llevado a poder trabajar en la recuperación de un espacio que conoció cuando era niño.

El acto contó también con la participación de Joaquín Araujo, quien leyó varios poemas y con la actuación del violinista Raúl Márquez. No faltó el personal de la Fundación: Rebeca, Marina, Víctor, Ángel, Carlos, Luis, Gema, Fernando y Diego en un acto al aire libre, donde los participantes disfrutaron de un entorno único que tan solo espera que dentro de poco sean los niños los que llenen estas instalaciones con las actividades ambientales de formación que realizan con ellos.

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