Detectado un brote de coronavirus en la residencia de Casillas de Flores con personas sin vacunar

La fundadora del centro y benefactora, María Fernanda Arrayas, falleció el pasado 8 de noviembre de coronavirus. No había recibido la vacuna, según ha podido saber este periódico de fuentes de la administración regional, que también han confirmado que en un primer momento la presidenta del patronato, que actuaba como tutora, se negó también a que se le hiciera una prueba para confirmar si había sido contagiada de covid, puesto que ya había ancianos positivos.

Funcionarios de la Junta les instaron, tanto a ella como a la residente, a aislarse. A los pocos días comenzaron a presentar síntomas compatibles con el virus y los sanitarios les hicieron las pruebas. Tampoco accedió a trasladar a la benefactora al Hospital Clínico, según afirman las mismas fuentes, aunque aclaran que, debido a los 96 años de edad y a la larga enfermedad que padecía, posiblemente el desenlace hubiera sido el mismo.

Este martes todavía había un residente sin vacunar por decisión de la propia rectora del patronato que actúa como tutora del anciano sin serlo legalmente, como ha podido saber este periódico, aunque las responsables del centro afirmaron a LA GACETA que están vacunados todos con las tres dosis. Sin embargo, tampoco han recibido la vacuna la presidenta de la fundación y dos trabajadoras.

El brote detectado a principios de mes mantiene aislados todavía a cuatro usuarios y otro más permanece ingresado muy grave en el Complejo Asistencial de Salamanca y una trabajadora está pendiente de una nueva PCR.

El centro ha dado bastantes quebraderos de cabeza a los responsables de “Covid-Residencias” por la negativa a la vacuna y porque se tendrían que haber hecho dos pruebas de antígenos semanales para los no inoculados.

La residencia se negó este martes a facilitar datos sobre los trabajadores o sobre la cifra de los contagios argumentando que así se ha acordado e informado a las familias.